Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
lunes, 15 de abril de 2019
HA VENCIDO
Apocalipsis 5:5-6
"Uno de los ancianos me dijo: «¡Deja de llorar, que ya el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido! Él sí puede abrir el rollo y sus siete sellos».
Entonces vi, en medio de los cuatro seres vivientes y del trono y los ancianos, a un Cordero que estaba de pie y parecía haber sido sacrificado. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra."
Jesús dio su vida por nosotros, por la pena de nuestros pecados, como un cordero de sacrificio. Se levantó victorioso, como un león, y se le dio un nombre por encima de cualquier otro nombre, sin embargo, todavía lleva las marcas de su crucifixión; El león y el cordero son uno.
Nosotros también estamos llamados a recibir el don de perdón de Dios por la fe, a morir a nosotros mismos, y a que también estemos crucificados con Cristo. Nosotros también hemos muerto al pecado y hemos sido resucitados con Cristo a través de la gloria del Padre, para vivir una vida nueva. Cuánto más reinarán en vida aquellos que reciben la abundante provisión de gracia de Dios y el don de la justicia por medio de un solo hombre, Jesucristo. (Romanos 5:17) Nosotros también nos identificamos con el cordero y el león en nuestro viaje espiritual.
¿Entendemos nuestra autoridad en Cristo para resistir la tentación y el pecado: el mundo, la carne y el diablo?
Para aquellos que están en Cristo, también experimentamos la paradoja del cordero y el león mientras caminamos con Jesús.
Señor Jesús, ¡Me humillo ante ti! Gracias porque he estado sentado con Cristo en lugares celestiales. Gracias porque tengo autoridad para reinar este día como vencedor.
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