Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
miércoles, 10 de julio de 2019
AMAR A LOS DEMÁS
Mateo 22:37-40
"—“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente” —le respondió Jesús—.
Este es el primero y el más importante de los mandamientos.
El segundo se parece a este: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas."
El corazón de las Escrituras es el mensaje de amor de Dios. Debemos amar a Dios con todo lo que somos y todo lo que tenemos. Hacer eso significa que Dios se convierte en el foco de nuestras vidas y la razón por la que vivimos.
¿Podemos decir que vivimos así?
Amar a Dios va más allá de creer en Él y de servirle, al nivel de emociones y motivaciones de nuestro ser. Amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos cambia la forma en que vivimos con quienes nos rodean. Cuando amamos a nuestros vecinos primero, vivimos de manera desinteresada y sacrificial. Dios amoroso es el centro de nuestras vidas y su amor fluye a través de nosotros hacia los demás.
Jesús, eres amor. Al responder hoy a tu amor, ama a los demás a través de mí, para tu gloria.
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