lunes, 3 de febrero de 2020

SALVACIÓN PARA SIEMPRE


Isaías 51:5
"Ya se acerca mi justicia,
    mi salvación está en camino;
    ¡mi brazo juzgará a las naciones!
Las costas lejanas confían en mí,
    y ponen su esperanza en mi brazo."
 

El profeta Isaías habló de la cercanía de la justicia y la salvación de Dios. Su brazo, o su poder, saldrá en juicio, pero ese mismo poder se utilizará para liberar y salvar a los que confían en Él. Aunque la profecía acerca de la justicia de Dios acercándose "rápidamente" (v. 5) se refiere a los judíos que regresan del exilio en Babilonia, el resto de esta estrofa (vv. 4 - 6) claramente va más allá de ese evento.

Así como el juicio recae solo en Dios, Él solo establece los estándares de justicia, rectitud y santidad en el universo según su buen carácter, así también la salvación recae en Él. Solo Dios tiene el poder de salvar verdaderamente, porque salva a su pueblo del juicio que ejecutará en el mundo.

Este texto recuerda a los lectores que todo el cosmos está en un estado de entropía descendente; las cosas empeoran cada vez más y continuarán haciéndolo. Al igual que los humanos, la creación de Dios también se ha visto empañada y corrompida por el pecado. Mientras la tierra pasará, la salvación de Dios permanecerá para siempre. Esta salvación se logra a través de Jesús y solo en Jesús; de hecho, la salvación fue y es su misión en la tierra. Dios muestra su compromiso eterno para salvar a los que confían en Él a través de la vida, muerte y resurrección de Cristo. La salvación, entonces, solo se puede obtener a través de Cristo. Es por eso que el Nuevo Testamento se hace eco del hecho de que "la salvación pertenece a nuestro Dios" (Apocalipsis 7:10).

Oración: Jesús, podemos ver el mundo cada vez más roto a medida que nos acercamos al día de tu regreso. Gracias por darnos una esperanza que brilla al final de este túnel. Que vivamos al servicio de esa esperanza. Amén.  

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