domingo, 19 de julio de 2020

CUANDO DIOS SE UNE A LA LUCHA



Mateo 12:22
"Un día le llevaron un endemoniado que estaba ciego y mudo, y Jesús lo sanó, de modo que pudo ver y hablar."


El ejército de David derrotó a los filisteos en dos fases de batalla. En ambas confrontaciones, el factor decisivo fue la intervención de Dios, no el poderío militar de Israel. David le preguntó al Señor las dos veces, cediendo a su divino placer y voluntad. Dios logró la victoria de su pueblo y aumentó su fama entre las naciones. Incluso entonces, Dios tenía la misión de redimir a su pueblo y establecer un precedente para lo que haría en el futuro.

A menudo, las batallas físicas del Antiguo Testamento ilustran las batallas espirituales entre las fuerzas del bien y del mal. En resumen, la vida y el ministerio de Jesús describen la lucha cósmica en la que Cristo derrota a Satanás y sus huestes. Jesús expulsó a los demonios y les dio a sus discípulos la autoridad para vencer el poder de Satanás. El enemigo fue desarmado y derrotado en la cruz, pero la desaparición final de Satanás no llegará hasta la consumación de la historia (Apocalipsis 20:7-10).

Jesús, cuando enfrente batallas en la vida, ayúdame a volverme hacia ti como lo hizo David, buscando tu placer y voluntad. Amén.

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