sábado, 18 de julio de 2020

ENCONTRANDO FUERZA A TRAVÉS DE LA ORACIÓN



1 Samuel 30:3-6
"Cuando David y sus hombres llegaron, encontraron que la ciudad había sido quemada, y que sus esposas, hijos e hijas habían sido llevados cautivos. 
David y los que estaban con él se pusieron a llorar y a gritar hasta quedarse sin fuerzas. 
También habían caído prisioneras dos esposas de David, la jezrelita Ajinoán y Abigaíl, la viuda de Nabal de Carmel.
David se alarmó, pues la tropa hablaba de apedrearlo; y es que todos se sentían amargados por la pérdida de sus hijos e hijas. Pero cobró ánimo y puso su confianza en el Señor su Dios."


David se encontró en una situación difícil. Estaba muy angustiado porque estaba afligido por la captura de su familia. También temía por su vida porque sus hombres querían matarlo a pedradas. Estaban enojados y sintieron que David, como su líder, era el responsable de la situación en la que se encontraban. David se sintió desesperado, por lo que recurrió al dador de esperanza y "encontró fortaleza en el Señor su Dios" (v.6) . David sirvió como ejemplo de cómo responder en medio del miedo.

Del mismo modo, Jesús demostró dónde se encuentra nuestra verdadera fuente de fortaleza. Cuando Jesús sintió las presiones de la vida, se tomó el tiempo para alejarse de su ministerio público y buscar la soledad con Dios. Cuando las multitudes se hacían demasiado grandes, Él se retiraba para pasar tiempo con su Padre (Mc 1:35). Cuando el miedo al futuro era doloroso de soportar, se comunicó con el Padre para encontrar la fuerza para continuar (Mt 26:36). Si incluso Jesús mismo necesitaba tiempo a solas con Dios para encontrar fortaleza, ¿cuánto más necesitamos para encontrar fortaleza en Él? “Acércate a Dios y él se acercará a ti”.

Jesús, cuando tenga miedo, esté estresado o me falte esperanza, recuérdame hacer una pausa en mi actividad y buscarte con todas mis fuerzas. Amén.

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