domingo, 12 de julio de 2020

JESÚS, EL VERDADERO TEMPLO



2 Crónicas 2:1
"Salomón decidió construir su palacio real y un templo en honor del Señor."


El templo, como el tabernáculo, era el lugar donde Dios vivía con su pueblo. El templo era el lugar donde el pueblo de Dios podía acercarse para adorarlo. El problema era que estaba ubicado en Jerusalén, y muchos tenían que viajar grandes distancias para llegar ante Dios. El Nuevo Testamento revela algo mucho mayor. Sí, los reyes, como Salomón, son los que construyen templos. Pero, el Rey Jesús construyó un tipo diferente de templo. Dijo que el verdadero templo era su cuerpo (Jn 2:21). Con la llegada de ese templo, la adoración ya no queda relegada a un solo lugar (Jn 4:21-23). Las personas pueden acercarse a Dios donde quiera que estén. Jesús es el verdadero templo porque es Dios en carne humana, viviendo entre su pueblo (Jn 1:14).

Los creyentes pueden acercarse a Dios a través de Jesús porque ha derribado el telón del antiguo templo que los separaba de Dios, una hazaña que logró mediante su muerte en la cruz (Mt 27:51). Además, el pueblo de Dios ahora es el templo de Dios: la iglesia es el cuerpo de Cristo y el Espíritu de Dios habita en ellos. El Rey Jesús está construyendo un templo hecho de piedras vivas. Y algún día el verdadero templo será "el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero" (Ap. 21:22). ¡Entonces, Dios vivirá para siempre entre su pueblo sin barreras que nos separen!

Jesús, nunca me dejes olvidar que soy parte de tu cuerpo y que tu Espíritu Santo vive dentro de mí. Ayúdame a vivir siempre consciente de estas verdades. Amén.

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