miércoles, 21 de octubre de 2020

EL CUIDADO DE DIOS


 

Salmos 104:24-27

"¡Oh Señor, cuán numerosas son tus obras!

    ¡Todas ellas las hiciste con sabiduría!

    ¡Rebosa la tierra con todas tus criaturas!

Allí está el mar, ancho e infinito,

    que abunda en animales, grandes y pequeños,

    cuyo número es imposible conocer.

Allí navegan los barcos y se mece Leviatán,

    que tú creaste para jugar con él.

Todos ellos esperan de ti

    que a su tiempo les des su alimento."


El Salmo 104 explica los detalles del cuidado de Dios por el mundo. Las bestias del campo obtienen su agua de un manantial, pero al final esa agua viene de la mano de Dios (vv. 10-11). Dios plantó los árboles en los que anidan las aves (vv. 16-17). Las abundantes criaturas del mar buscan en el Señor provisión (vv. 25-27). El salmista dejó en claro el cuidado de Dios por su creación. Mucho más tarde, Jesús tomaría esta verdad y la aplicaría a sus oyentes, diciendo: “Miren las aves del cielo; no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros y, sin embargo, su Padre celestial los alimenta. ¿No son ustedes mucho más valioso que ellos?" (Mt 6:26). 


Pedro, que seguramente escuchó estas palabras, escribiría más tarde: “Echa sobre Él toda tu ansiedad porque Él se preocupa por ti” (1Pe 5: 7).


Jesús, ayúdame a no preocuparme por los detalles de esta vida. En cambio, ayúdame a descansar en la fidelidad de tu providencia y provisión. Amén.


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