Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
lunes, 28 de julio de 2014
RETOMANDO EL RUMBO
Isaías 53:6
"Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas el Señor cargó en Él el pecado de todos nosotros"
Una de las cosas que más me gustan de mi teléfono "inteligente" es una aplicación que utiliza el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) para calcular la mejor ruta para llegar a un destino, tomando en cuenta la densidad del tránsito vehicular en todas las rutas (principales o alternas). Cuando salimos a un lugar que no conocemos, programamos nuestro destino en el GPS y éste hace su trabajo trazando nuestro curso. Después de haber puesto nuestra fe en el pequeño navegante, dejamos que éste nos "dirija".
«Gire a la derecha cuando llegue a 300 metros», dice la aplicación. Tiene mucha razón. De hecho, cuando hacemos un desvío inesperado para aprovisionarnos de gasolina, ella se puso un poquito insistente: «Por favor, ¡haga una vuelta en U a la mayor brevedad posible!»
La aplicación había calculado una ruta para nosotros, pero habíamos tomado un camino diferente. Naturalmente, fue nuestra elección. Pero, si hubiésemos continuado yendo por nuestra propia cuenta, nos habríamos perdido.
Isaías 53:6 nos recuerda que, al igual que las ovejas, tenemos una tendencia a extraviarnos. Esa es la razón por la que necesitamos un Pastor que nos guíe y un Salvador que pague el castigo por nuestro pecado.
Sin importar cuán lejos hayamos viajado en la dirección equivocada, no es demasiado tarde para darnos vuelta. Dios está listo para perdonar y restaurar (Salmos 32:5). Si vas en dirección de la carretera equivocada, por favor, haz una vuelta en U.
No importa cuánto te hayas alejado de Dios, Él está tan sólo a una oración de distancia.
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