Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
martes, 30 de septiembre de 2014
HABLAR DE DIOS CON OTROS
Mateo 13:34
"Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba"
A lo largo de mi vida he conocido maestros que la han impactado. Me gusta mucho enseñar también aunque no es el campo donde me desenvuelvo; pero he notado con estas personas que pueden enseñar, que usan varias técnicas muy creativas... algunos tienen el poder de utilizar una historia cautivante para captar la atención y fomentar el aprendizaje.
Este método de instrucción fue usado por el más grande de todos los Maestros: el Señor Jesucristo. El líder y erudito religioso Nicodemo le dijo a Jesús: «Sabemos que has venido de Dios como maestro» (Juan 3:2). Pero, cuando Jesús se dirigía a las multitudes que Le seguían, no recitaba las grandes verdades del Talmud. Más bien, hablaba con el estilo popular de un narrador de cuentos.
Las parábolas de Jesús perduran porque reflejan asuntos del corazón. Por medio de la historia del fariseo y el publicano (Lucas 18), aprendemos acerca de la gracia y el perdón de Dios. Y la historia del hijo pródigo (Lucas 15) muestra el amor de Dios para los pecadores arrepentidos.
Las parábolas inspiradas de Jesús nos enseñan acerca de Él y de la vida que quiere que llevemos. Nosotros también podemos usar nuestras propias historias de fe para mostrarles a los demás al Narrador de Cuentos y Maestro supremo, cuya propia vida es la más grande historia jamás contada.
Recuerda: Una buena manera de aprender la verdad de Dios es enseñársela a los demás.
lunes, 29 de septiembre de 2014
PALABRA SEGURA
2 Pedro 1:19
"Tenemos también la palabra profética más segura, la cual hacéis bien en estar atentos"
En este tiempo donde la mayoría de noticias que son populares a veces son "mitad ciertas" o "mitad serias". En este tiempo donde es más común bañarse con agua fría y publicarlo en todas partes, es necesario tomarnos un tiempo para meditar sobre las cosas serias y eternas que Dios ha dejado por medio de Su Palabra.
Pedro escribe acerca de Él: «Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones» (2 Pedro 1:19).
Pedro estaba pensando en ese día en el Monte de la Transfiguración cuando, junto con Santiago y Juan, vio a Jesús de pie junto a los dos grandes profetas del Antiguo Testamento, Moisés y Elías. Con tal augusta compañía de verdaderos profetas, el Padre señaló al Hijo y dijo: «Éste es mi Hijo amado; a él oíd» (Lucas 9:35). ¡La palabra de Jesús es una «palabra profética» que es segura!
Hay Alguien que jamás se equivoca y que jamás nos extraviará: nuestro Señor Jesús. ¡Debemos oírle!
En un mundo lleno de especulación, sólo la Palabra de Dios es segura.
domingo, 28 de septiembre de 2014
ENERGÍA PARA CRECER
Filipenses 2:13"Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad"
Siempre anhelamos que inicie un nuevo año. Esta es la razón por la que el 1 de enero comenzamos dietas, programas de ejercicio y nuevos pasatiempos. Por supuesto, un mes después generalmente estamos de vuelta a nuestros viejos y malos hábitos. Tal vez eso se deba a que anhelamos un cambio demasiado grande y no tenemos suficiente fuerza de voluntad como para llevarlo a cabo.
Me pregunto cuántos seguidores de Jesús hemos hecho compromisos de crecer espiritualmente pero luego nos sentimos frustrados porque no tenemos la fuerza de voluntad para dar esos pasos.
Pablo trata este problema en su carta a los filipenses. Al animarles a desarrollar su salvación con temor y temblor (2:12), también les dijo que no estarían solos. Dios mismo les daría la energía para crecer y llevar a cabo Sus tareas. La primera área afectada sería la de sus deseos. Dios estaba obrando en ellos, dándoles el deseo de cambiar y crecer. También estaba obrando para darles el poder para hacer los cambios de verdad (v. 13).
Dios no nos ha dejado solos en nuestras luchas para alcanzar el crecimiento espiritual. Nos ayuda a querer obedecerle, y luego nos da el poder para hacer lo que Él quiere. Pídele que te ayude a querer hacer Su voluntad.
El poder que nos ayuda proviene del Espíritu Santo cuando mora dentro de nosotros.
sábado, 27 de septiembre de 2014
LEY DE SIEMBRA Y COSECHA
Gálatas 6:7"No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará"
Justo ahora en algún lugar en el mundo, algún agricultor está echando semillas en la tierra. Pronto esas semillas comenzarán a cambiar el lugar donde fueron plantadas. El suelo cuidadosamente preparado que hoy parece vacío se convertirá en un campo listo para la cosecha.
De igual modo, los buenos propósitos que se hacen cada año pueden ser semillas echadas para alterar el paisaje de la vida para los demás y nosotros mismos. Un hombre muy famoso, quizás lo has escuchado: San Francisco de Asís hizo esta oración hace años:
"Señor, haz de mí un instrumento de Tu paz. Donde haya odio, déjame plantar amor; donde haya daño, perdón; donde haya duda, fe; donde haya desesperación, esperanza; donde haya tinieblas, luz; y donde haya tristeza, gozo."
El agricultor que siembra trigo jamás se sorprende cuando brota la espiga del suelo donde ha sido plantada. Así es la ley universal de la siembra y la cosecha: «No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará» (Gálatas 6:7). Nuestra naturaleza pecaminosa dice: «Complácete», mientras que el Espíritu nos insta a agradar a Dios (v. 8).
Hoy es tiempo de plantar. Dios ha prometido: «A su tiempo segaremos, si no desmayamos» (v. 9).
Siembra hoy lo que quieras cosechar mañana.
viernes, 26 de septiembre de 2014
DESCANSA EN ÉL
Estamos viviendo a un ritmo muy rápido, siempre corriendo sin parar. Somos padres y madres, somos trabajadores, estudiantes. Hacemos lo que creemos que se espera de nosotros. Si vemos algo que no funciona muy bien o si descansamos un poco, rápidamente nos sentimos culpables por no ser productivos. El ser humano tiende a ser así.
En Isaías 30, Dios habla a los hijos de Judá. Ellos estaban siendo rebeldes y obstinados. Ellos estaban buscando la aprobación en otros lugares alejándose de Dios en su propio miedo. Dios los llama de nuevo a sí mismo. Ellos aprenden la lección de la confianza. Una lección que sigue siendo tan difícil para los hijos de Dios para aprender. Batallo con confianza todos los días, porque aunque me cueste admitirlo, sigo buscando aprobación de los lugares que no debería.
"Esto es lo que el Señor Soberano, el Santo de Israel, dice: '«En el arrepentimiento y la calma está su salvación,
en la serenidad y la confianza está su fuerza,
¡pero ustedes no lo quieren reconocer!'" Isaías 30:15.
Siento que el Señor me está diciendo esto directamente a mí, mientras yo me escondo detrás de mis "logros" que muchas veces no tienen significado eterno. Mientras sigo persiguiendo reconocimientos terrenales, un mejor salario, mejores cosas materiales para mi familia "Descansa en mí", dice Él. Aunque no puedo tomar cinco minutos para estar con él. "Arrepentíos de vuestras carnes," Grita. Me cepillo mi pecado como la naturaleza humana y siguen cayendo una y otra vez las palabras: "Confía en mí," "Suplicame a mí". Pero mi carne no quiere tener nada que ver con eso.
Arrepentíos. Descansa. Tranquilo. Confía. La confianza en Dios aquieta el espíritu y aquieta el alma. Trae la paz a una tormenta de miedo. La confianza en Dios trae descanso a nuestros planes y fija los ojos en Él. Él nos llena de la salvación y la fuerza.
Sigamos leyendo Isaías 30, Dios dice que Él anhela mostrarnos compasión. No es algo que Él "tenga" que hacer, porque Él es Dios. Incluso cuando lo seguimos a Él fallaremos diariamente y quizás corramos a escondernos detrás de nuestros miedos o escritorios de oficina. Es hora de acabar con nuestros ídolos en las tareas del hogar, en amigos que como todos, fallarán. Es hora de confiar en Él.
Y recuerda, el descanso en Él no quiere decir que de repente reine una ausencia de perturbación en nuestra vida, especialmente con esos pequeños desengaños y decepciones de la vida. Esos fabricantes de ruido. El descanso en Él simplemente hace que ese ruido no nos distraiga... Allí ¡Oíremos su voz, esa música deliciosa!
Quiero descansar en Él
jueves, 25 de septiembre de 2014
LOS AÑOS PASAN, EL AMOR DE DIOS NO
Salmo 71:9
"No me deseches en el tiempo de la vejez; cuando mi fuerza se acabare, no me desampares"
El proceso de envejecimiento: Aprendemos de nuestro pasado para vivir nuestro presente —una lección sobre la que el salmista hace esta reflexión: «Porque tú, oh Señor, mi Dios, eres mi esperanza, seguridad mía desde mi juventud» (Salmo 71:5). Continúa, «en ti he sido sustentado desde el vientre; de las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó; de ti será siempre mi alabanza» (v. 6). Al mirar atrás, el salmista claramente vio la fidelidad de Dios. Con confianza en dicha fidelidad, pudo enfrentar el futuro y sus incertidumbres —y nosotros también podemos hacerlo.
Digamos junto con el salmista: «Yo te alabaré... tu verdad cantaré... oh Santo de Israel» (v. 22).
A medida que los años se suman, la fidelidad de Dios se sigue multiplicando.
miércoles, 24 de septiembre de 2014
EL ACEITE
Juan 15:26
"Pero cuando venga el Consolador,... , el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí"
Una mujer trajo una botella de aceite de hígado de bacalao para darle a su perro para que éste pudiera tener un pelaje más saludable y brillante. Cada mañana, ella con mucho esfuerzo obligaba al animal a que se tragara la substancia. El animal luchaba, pero ella persistía. ¡No sabe lo que es bueno para él! —pensaba. Fielmente ella repetía el proceso cada día.
Sin embargo, un día la botella se volcó y ella soltó al perro tan sólo por un momento para limpiar el aceite que había caído. El perro olfateó el líquido con olor a pescado y comenzó a beber a lengüetazos lo que la mujer había derramado. De hecho le encantaba la sustancia. ¡Simplemente había estado rechazando el ser obligado!
Algunas veces usamos un método similar para hablarles a los demás acerca de Cristo. Se le llama acorralamiento y es un tipo de enfrentamiento de tipo intenso y directo. Si bien deseamos seriamente compartir el Evangelio, puede que en vez de ello terminemos ahuyentando a las personas. En nuestro intento sincero pero excesivamente entusiasta, creamos resistencia.
Somos llamados a compartir las buenas nuevas, pero no somos responsables de que alguien acepte o rechace a Cristo. No es nuestra labor tratar de convencer a alguien de pecado. Eso es responsabilidad del Espíritu Santo (Juan 16:8).
Sé sensible al compartir con los demás acerca del sacrificio de Cristo. Percibe cuándo aminorar la marcha y deja que Dios y Su Palabra hagan la labor de convicción y atracción hacia Sí mismo.
El Espíritu convence para que Cristo pueda purificar.
martes, 23 de septiembre de 2014
NADA ES PEQUEÑO SI DIOS ESTÁ ALLÍ
Zacarías 4:10
"Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán"
De vez en cuando escucho declaraciones como la siguiente: «Este hombre está destinado a un gran ministerio», con lo cual se quiere decir que alguien está en camino de estar a cargo de una iglesia con un gran presupuesto.
Esto hizo que me preguntara: ¿Por qué pensamos que el llamado de Dios necesariamente es de movilidad social ascendente? ¿Por qué no enviaría a Sus mejores obreros a dedicar toda una vida de trabajo en algún lugar pequeño? ¿Acaso no hay personas en lugares oscuros que necesitan ser evangelizados y recibir enseñanza? Dios no está dispuesto a dejar que nadie muera.
Jesús se preocupaba tanto por el individuo como por las masas. Enseñaba a grandes multitudes si éstas aparecían, pero jamás Le molestó que el número de sus oyentes disminuyera cada día. Juan dice que muchos Le dejaron (Juan 6:66), un caprichoso desgaste que a la mayoría de nosotros nos habría lanzado a un terrible estado de pánico. Pero Jesús siguió adelante con los que el Padre le había dado.
Vivimos en una cultura donde lo más grande es mejor, donde el tamaño es la medida del éxito. Es necesario ser una persona fuerte para resistirse a esa tendencia, en especial si se trabaja en un lugar pequeño.
Pero el tamaño no significa nada; la sustancia lo es todo. Ya sea que estés pastoreando una iglesia pequeña o dirigiendo un estudio bíblico o una clase de escuela dominical pequeños, sirve allí con todo tu corazón. Ora, ama, enseña de palabra y con el ejemplo. Tu pequeño lugar no es un peldaño hacia la grandeza. Es la grandeza.
Nunca olvides que lo "poquito" es mucho cuando Dios está allí.
lunes, 22 de septiembre de 2014
CANTOS DE JÚBILO
"Salmos 118:15
Gritos de júbilo y victoria
resuenan en las casas de los justos:
«¡La diestra del Señor realiza proezas!"
resuenan en las casas de los justos:
«¡La diestra del Señor realiza proezas!"
"Gritos de júbilo y victoria
resuenan en las casas de los justos"
Salmo 118:15.
Nuestro Dios es bueno, Él es más grande que cualquiera de nuestros fracasos, y Él tomó nuestras deficiencias en la cruz. ¡Él superó todo para que podamos llenar nuestro hogar con cantos de alegría y victoria! Incluso en nuestros momentos más débiles, podemos encontrar la alegría en Él. No importa lo haya estado mal o lo que estemos viviendo justo en este momento, tu hogar es un lugar donde la alegría y la victoria se pueden gritar a los cuatro vientos. Permite que tu corazón cante diariamente una dulce melodía de gratitud por lo que Dios ha hecho.
Abraza la vida preciosa y los momentos que Dios te ha permitido vivir ¿Tienes un hogar? Muchos no lo tienen. ¿Te desesperan tus hijos? Hay parejas que tienen años de intentar tener uno, y no pueden.
¿Ves victoria en tu casa? Apuesto a que sí. ¡Regocíjate en la victoria que tenemos en Él!
domingo, 21 de septiembre de 2014
CUANDO DIOS TE BUSCA...
Salmos 23:6
"La bondad y el amor me seguirán
todos los días de mi vida;
y en la casa del Señor
habitaré para siempre."
todos los días de mi vida;
y en la casa del Señor
habitaré para siempre."
Una y otra vez, la Palabra de Dios nos da hermosas postales y ejemplos de que su amor nos persigue. De hecho, la Biblia es una gran historia de la búsqueda de Dios hacia nosotros. Una de mis historias favoritas es la historia de Jonás.
Dios le dio a Jonás direcciones muy claras. Y Jonás no obedeció.
"Pero Jonás se levantó y fue en la dirección opuesta a alejarse del Señor." - Jonás 1:3.
Ahora, Dios no necesitaba Jonás para llevar a cabo su plan. Amaba a Jonás y se negó a renunciar a él, aun cuando él no quería tener nada que ver con Dios. Él lo amaba tanto que se fue a medidas extremas para recuperar a su corazón.
¿Debo perseguir mis hijos con un amor tan vigilante? Es fácil perseguirlos cuando las cosas van viento en popa, pero cuando se alejan de mí (literal y figuradamente), estoy dispuesto a intensificar la búsqueda sea mucho más?
Cuando salíamos con mi esposa antes de casarme, créanme que hice todo lo posible para demostrarle a ella que era la persona con la que más disfrutaba estar. Quería pasar tiempo con ella y conocerla. Detalles como cartas, regalos, canciones eran algo con lo que yo le recordaba constantemente de mi amor por ella. "Perseguí" su corazón. No había nada pasivo al respecto. Era una búsqueda activa.
De manera similar, pero aún más profunda, Dios nos busca, nos persigue para demostrarnos que nos ama.
"Ciertamente el bien y la misericordia me perseguirán a lo largo de mi vida", dice el Salmo 23:6.
La palabra perseguir aquí es la misma palabra que se usa en otros pasajes de las Escrituras para describir a alguien que es perseguido por un ejército o algo similar. Este tipo de búsqueda tiene una misión y un propósito: Reclamar algo. Dios está en una misión diaria para reclamar nuestros corazones como suyos.
Vamos a pedirle al Señor que examine nuestros corazones y que nos ayude a ver qué nos impide ser alcanzados por su amor. ¿Hay paredes de resentimiento que necesitan ser derribadas? ¿Cómo podemos tratar de conocerlo mejor? Vamos a pedirle sabiduría para saber cómo podemos estar unidos cada día con un amor que persigue nuestros corazones.
Dios le dio a Jonás direcciones muy claras. Y Jonás no obedeció.
"Pero Jonás se levantó y fue en la dirección opuesta a alejarse del Señor." - Jonás 1:3.
Ahora, Dios no necesitaba Jonás para llevar a cabo su plan. Amaba a Jonás y se negó a renunciar a él, aun cuando él no quería tener nada que ver con Dios. Él lo amaba tanto que se fue a medidas extremas para recuperar a su corazón.
¿Debo perseguir mis hijos con un amor tan vigilante? Es fácil perseguirlos cuando las cosas van viento en popa, pero cuando se alejan de mí (literal y figuradamente), estoy dispuesto a intensificar la búsqueda sea mucho más?
Cuando salíamos con mi esposa antes de casarme, créanme que hice todo lo posible para demostrarle a ella que era la persona con la que más disfrutaba estar. Quería pasar tiempo con ella y conocerla. Detalles como cartas, regalos, canciones eran algo con lo que yo le recordaba constantemente de mi amor por ella. "Perseguí" su corazón. No había nada pasivo al respecto. Era una búsqueda activa.
De manera similar, pero aún más profunda, Dios nos busca, nos persigue para demostrarnos que nos ama.
"Ciertamente el bien y la misericordia me perseguirán a lo largo de mi vida", dice el Salmo 23:6.
La palabra perseguir aquí es la misma palabra que se usa en otros pasajes de las Escrituras para describir a alguien que es perseguido por un ejército o algo similar. Este tipo de búsqueda tiene una misión y un propósito: Reclamar algo. Dios está en una misión diaria para reclamar nuestros corazones como suyos.
Vamos a pedirle al Señor que examine nuestros corazones y que nos ayude a ver qué nos impide ser alcanzados por su amor. ¿Hay paredes de resentimiento que necesitan ser derribadas? ¿Cómo podemos tratar de conocerlo mejor? Vamos a pedirle sabiduría para saber cómo podemos estar unidos cada día con un amor que persigue nuestros corazones.
Dios nos ama y nos persigue... ¿Te dejarás alcanzar?
sábado, 20 de septiembre de 2014
¿QUIERES MÁS DE ÉL?
Isaías 6:1
"En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo"
Algo me llama la atención cuando pido una orden en auto-servicios de comida rápida. Los cajeros suelen hacer la pregunta: "¿Le gustaría pedir algo más?". En resumen, están preguntando si quiero más de lo que ya estoy comprando.
De manera similar, cuando venimos a la presencia de Dios, Él nos pregunta: «¿Te gustaría pedir algo más para conocerme mejor hoy?»
Isaías tuvo una experiencia de ese tipo con Dios. Fue a través de un doloroso evento en su vida que Isaías vio al Señor «alto y sublime» (Isaías 6:1). A través de este encuentro, Dios agrandó el nivel de entendimiento que Isaías tenía en cuanto a Su santidad. Él vio la completa excelencia moral de Dios que unifica Sus atributos.
Dios también agrandó la convicción de Isaías en cuanto a su propio pecado (v. 5). Esto llevó a una ampliación de su entendimiento en cuanto al perdón y la purificación totales de Dios (vv. 6-7). Sólo cuando Isaías entendió la profundidad de su pecado, pudo apreciar y aceptar el perdón y la purificación de parte de Dios. Finalmente, su encuentro con Dios llevó a Isaías a declarar su disponibilidad y compromiso para tenderles la mano a los demás y ayudarles a incrementar su entendimiento de Dios (vv. 8-9).
Pidámosle a Dios que agrande nuestro entendimiento de Su grandeza hoy. Que nos ayude a querer más de Él, siempre, en todo momento.
Saber acerca de Dios es fascinante. Conocer a Dios personalmente te cambia la vida.
viernes, 19 de septiembre de 2014
EL QUE ES
Éxodo 15:11
"¿Quién como tú, oh Señor, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?"
Cuando el Señor Dios llamó a Moisés desde la zarza ardiente, le dijo que había sido elegido para sacar a Su pueblo de la esclavitud en Egipto (v. 10). Moisés, angustiado por esta responsabilidad, se preguntaba qué decir si los israelitas dudaban de él y le preguntaran a quién estaba representando.
El Señor respondió: «YO SOY EL QUE SOY» (v. 14). Al usar Su nombre único, le ofreció a Moisés un vistazo de la naturaleza de Su existencia eterna en una frase. ¡Podríamos decir que es una declaración de perfección!
El comentarista bíblico G. Bush escribe esto acerca de la descripción que Dios hace de Sí mismo: «Él, a diferencia de todos los demás, es el único Dios verdadero, el Dios que realmente es... el Ser eterno, auto-existente e inmutable; el único ser que puede decir que siempre será y que siempre ha sido».
Dios dice: «Yo soy el que soy». Él y Su nombre son perfectos. En señal de reverencia, hemos de inclinarnos ante Él.
¿Buscas la perfección? Busca a Dios. Búscalo en Jesús.
jueves, 18 de septiembre de 2014
ERES UN DISEÑO ORIGINAL
Salmo 139:14
"Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras"
A veces cuestionamos a Dios. Otras veces no nos gusta la vida que tenemos, el país donde nacimos, o muchas cosas más. Tengamos el Salmo 139:17 en mente: «¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!» En este salmo, David está pensando en su concepción y vívidamente describe los pensamientos de Dios cuando Él le formó en el vientre de su madre, creando una persona única y especial para que fuera el objeto de Su amor.
Es un pensamiento consolador saber que no somos un terrible error, sino una creación especial, «nacidos de los pensamientos de Dios». David podía pararse frente a un espejo y decir con toda honestidad y humildad: «Formidables, maravillosas son tus obras» (v. 14).
¡Eres un diseño original! Como tal, eres querido, grandioso y precioso para Dios.
Eres único, diseñado para glorificar a Dios como sólo tú puedes hacerlo. ¡Hazlo!
miércoles, 17 de septiembre de 2014
RECHAZANDO EL PECADO
Génesis 39:9
"¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?"
Un día, José se encontró en una difícil posición cuando la esposa de su jefe trató de seducirle. ¡Cuán seductora debió haberle parecido esta mujer a un joven saludable! Y a José debió habérsele ocurrido lo aterradora que sería la ira de ella cuando rechazó sus intentos.
Pero José la resistió en seco. Sus convicciones morales surgían de su clara visión del pecado y su reverencia a Dios. Le dijo a ella: «¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?» (Génesis 39:9).
Hoy en día, es popular llamar al pecado por nombres más aceptables. Pero usar palabras más "suaves" para nombrar las ofensas contra Dios sólo debilitan nuestra resistencia y trivializan el daño del pecado hacia nosotros.
Para José, el pecado no era tan sólo «un error de juicio». Ni tampoco era un mero "desliz" o una «indiscreción» en un «momento de debilidad». José vio el pecado como lo que era: una seria ofensa contra el Señor; y no le restó importancia a la gravedad de ésta.
Los estándares morales de Dios son absolutos. Sólo cuando veamos el pecado como algo que el Señor aborrece estaremos motivados a hacer juicios morales correctos.
Llamar al pecado por un nombre más suave no cambiará su carácter ofensivo contra Dios ni el costo que representará para nosotros.
No hay excusas para tolerar el pecado.
martes, 16 de septiembre de 2014
UNIDAD
Efesios 2:19
"Así que... sois... conciudadanos de los santos"
El libro de Efesios habla acerca de la unidad de creyentes en Jesús al referirse a la unidad de «la familia de Dios» (2:19). Los gentiles, quienes una vez estuvieron «alejados» y fueron «ajenos» (v. 12), ahora habían «sido hechos cercanos por la sangre de Cristo» (v. 13), uniéndoles a sus hermanos y hermanas judíos. Esta unidad ha de hacerse evidente en los esfuerzos de la comunidad cristiana hoy.
Los creyentes en Jesús han recibido la comisión de llevar a cabo el esfuerzo de rescate más importante de todos. Las personas están muriendo sin Cristo. Gracias a Dios que hay esfuerzos misioneros unidos que traen esperanza, salvación, educación y ayuda de emergencia a personas desesperadas en todo el mundo. De eso trata la hermandad de Cristo.
Una iglesia saludable, unida y ocupada en las necesidades de los que le rodean es el mejor testigo para un mundo que sufre.
lunes, 15 de septiembre de 2014
ESTÁ EN LA BIBLIA
Salmo 119:32
"Por el camino de tus mandamientos correré, cuando ensanches mi corazón"
Por muy optimistas que seamos y podamos encontrarle el lado bueno a casi todo, siempre podemos conocer a alguien que siente que su vida es un lugar oscuro y solitario (muchas veces nosotros mismos somos ese 'alguien').
Conozco a personas que no pueden salir de la depresión.
Muchas personas que han perdido un ser querido. He visto lo que la pobreza incesante le puede hacer a las personas en todo el mundo. A pesar de saber que existen estos panoramas, no me desespero y trato de hacer ver a los demás que por muy difícil que sea la situación, Jesús es suficiente. Sé que hay esperanza en Jesús, que la guía viene por medio del Espíritu y que el conocimiento y el poder se encuentran en la Palabra de Dios.
Las palabras del Salmo 119 nos dan aliento. Cuando nuestra alma está «abatida hasta el polvo» podemos ser vivificados según la Palabra de Dios. Cuando nuestra alma está deshecha de ansiedad, podemos ser sustentados por Su Palabra (v. 28). Cuando la mentira nos amenaza, podemos seguir la verdad de Su Palabra (vv. 29-30). Nuestro corazón puede ser liberado por los mandamientos de Dios (v. 32).
¿Te están abrumando las exigencias de la vida? Si es así, puedes encontrar esperanza, guía y conocimiento que te pueden ayudar. Se encuentran en la Palabra de Dios.
Una Biblia bien leída y practicada da como resultado un alma bien alimentada.
"Por el camino de tus mandamientos correré, cuando ensanches mi corazón"
Por muy optimistas que seamos y podamos encontrarle el lado bueno a casi todo, siempre podemos conocer a alguien que siente que su vida es un lugar oscuro y solitario (muchas veces nosotros mismos somos ese 'alguien').
Conozco a personas que no pueden salir de la depresión.
Muchas personas que han perdido un ser querido. He visto lo que la pobreza incesante le puede hacer a las personas en todo el mundo. A pesar de saber que existen estos panoramas, no me desespero y trato de hacer ver a los demás que por muy difícil que sea la situación, Jesús es suficiente. Sé que hay esperanza en Jesús, que la guía viene por medio del Espíritu y que el conocimiento y el poder se encuentran en la Palabra de Dios.
Las palabras del Salmo 119 nos dan aliento. Cuando nuestra alma está «abatida hasta el polvo» podemos ser vivificados según la Palabra de Dios. Cuando nuestra alma está deshecha de ansiedad, podemos ser sustentados por Su Palabra (v. 28). Cuando la mentira nos amenaza, podemos seguir la verdad de Su Palabra (vv. 29-30). Nuestro corazón puede ser liberado por los mandamientos de Dios (v. 32).
¿Te están abrumando las exigencias de la vida? Si es así, puedes encontrar esperanza, guía y conocimiento que te pueden ayudar. Se encuentran en la Palabra de Dios.
Una Biblia bien leída y practicada da como resultado un alma bien alimentada.
domingo, 14 de septiembre de 2014
UNA ORACIÓN SINCERA
Job 7:11
"Hablaré en la angustia de mi espíritu"
Aunque pensemos que en algunas ocasiones podemos ser como 'socios' de Dios en desigualdad de condiciones, lo cierto es que nos quedamos demasiado cortos. Y, sin embargo, al invitarnos a hacer la obra del reino en la tierra, Dios, en efecto, ha establecido una especie de alianza de parejas extrañas. Dios nos delega trabajo a los seres humanos para que escribamos la historia junto con Él, por así decirlo.
Sabemos bien lo que sucede cuando los seres humanos formamos alianzas desiguales: el socio dominante tiende a hacer sentir su peso por todos los lados y la mayoría de las veces, el subordinado se mantiene en silencio. Pero Dios, quien no tiene razón alguna para sentirse amenazado por nosotros, nos invita a tener una comunicación fluida que sea constante y honesta.
Algunas veces me pregunto por qué Dios le da tanto valor a la honestidad en nuestras oraciones, aun al punto de soportar estallidos injustos. Me asusta ver cuántas oraciones en la Biblia parecen malhumoradas. Jeremías renegaba ante la injusticia (20:7-10); Habacuc acusó a Dios de sordera (1:2); Job admitió: «¿Y de qué nos aprovechará que oremos a él?» (21:15). La Biblia nos enseña a orar con honestidad desbordante.
Dios quiere que nos acerquemos a Él con nuestro corazón sincero y transparente. Si marchamos por la vida fingiendo sonreír mientras sangramos por dentro, deshonramos la relación con Él.
El mejor termómetro para tu temperatura espiritual es la intensidad de tu oración. - Spurgeon
sábado, 13 de septiembre de 2014
ÉL CUIDA DE NOSOTROS
Mateo 10:31
"Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos"
Es bueno saber que el Dios que cuida de nosotros jamás nos pierde la pista. De hecho, Jesús dijo que ni siquiera un pajarillo «cae a tierra sin [la voluntad de] vuestro Padre... Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos» (Mateo 10:29-31).
Cuando enfrentamos circunstancias difíciles, puede que el temor nos haga preguntarnos si Dios está al tanto de nuestra situación. La enseñanza de Jesús nos tranquiliza asegurándonos que Dios se preocupa profundamente y tiene el control. Su capacidad para rastrear nuestras vidas jamás fallará.
Si Dios cuida de las aves, ¿no cuidará acaso de Sus hijos?
viernes, 12 de septiembre de 2014
ADMIRABLE Y AMOROSO JESÚS
Lucas 23:43
"Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso"
Jesús respondió a aquellas personas que nosotros consideramos que se encuentran más allá de toda ayuda. Su capacidad y disposición a ir más allá de las barreras sociales para ayudar a los leprosos y a los marginados sociales sobrepasó las expectativas normales de lo que haría una persona 'buena'.
Incluso en la agonía de Su propio sufrimiento, Jesús le tendió la mano a un moribundo a quien todos los demás consideraban más allá de toda ayuda. El hombre era un criminal, condenado a morir y a sólo horas de entrar a una eternidad perdida. En ese momento, Jesús respondió al clamor de ayuda de este hombre y dijo: «Hoy estarás conmigo en el paraíso» (Lucas 23:43).
¿Conoces a alguien que parezca encontrarse más allá de toda ayuda hoy? Tal vez creas que eres tú quien no tiene esperanza. El Dios de la Biblia se especializa en dar ayuda a aquellos a quienes se les considera tan ancianos, tan culpables o tan débiles que se encuentran más allá de toda ayuda.
Recuerda: La fortaleza de Dios se aprecia mejor en nuestra debilidad.
jueves, 11 de septiembre de 2014
MAGNÍFICO DIOS
Salmo 66:5
"Venid, y ved las obras de Dios, temible en hechos sobre los hijos de los hombres"
La palabra magnífico se escucha mucho por todos lados en estos días. Al hablar de automóviles, películas, canciones o comida, no faltará alguien que diga: «¡Eso es magnífico!»
Pero si llamamos magníficas a cosas que son terrenales y luego llamamos magnífico a Dios, disminuimos lo verdaderamente magnífico que Él es.
Trivializar a Dios no es asunto trivial en absoluto. Él es muchísimo más que un compañero que encaje en nuestro «sistema de colegas» o algún cajero automático que responda a nuestros impulsos. Sólo dejaremos de estar demasiado impresionados con nosotros mismos y de perder el gozo de pertenecer a un Dios magnífico cuando nos quedemos atónitos ante Su magnífico carácter.
Una mirada a los Salmos lo pone todo en perspectiva. Un salmista declara: «Porque el SEÑOR Altísimo es temible; Rey grande sobre toda la tierra» (Salmo 47:2). Y otro salmo da este mandamiento: «Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras!... Venid, ved las obras de Dios, temible en hechos sobre los hijos de los hombres» (Salmo 66:3,5).
¿Qué podría ser más magnífico que el amor que llevó a Jesús a ir a la cruz por nosotros? ¡Colócale en el lugar que le corresponde como el Único que es verdaderamente magnífico y alaba a Dios por Su magnífica obra en tu vida!
Si estás demasiado impresionado contigo mismo, échale una mirada más de cerca al carácter magnífico de Dios.
miércoles, 10 de septiembre de 2014
LAS COSAS VIEJAS PASARON
2 Corintios 5:17
"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas"
Los buenos propósitos a principio de año son: Perder peso, hacer más ejercicio, pasar menos tiempo trabajando y más tiempo con la familia, tal vez incluso dejar de conversar por el teléfono móvil mientras se está conduciendo.
No es de sorprender que queramos cambiar las cosas en nuestra vida que nos hacen infelices, aun cuando la mayoría de los buenos propósitos para el año nuevo no duran más de tres semanas.
¿Qué pasaría si pudieras preguntarle a Dios qué es lo que Él quiere que cambies, mejores o comiences a hacer este día? Podría ser que Él te dijera que:
Muestres más del fruto del Espíritu en tu vida, el cual es «amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza» (Gálatas 5:22-23).
«Ames a tus enemigos, bendigas a los que te maldicen, hagas bien a los que te aborrecen, y ores por los que te persiguen» (Mateo 5:44).
«Vayas por todo el mundo y prediques el evangelio a toda criatura» (Marcos 16:15).
Estés «contento con lo que tienes ahora» (Hebreos 13:5).
«Andes según sus mandamientos» (2 Juan 1:6).
Como creyentes y nueva creación, podemos estar libres de los antiguos patrones y fracasos. Debemos pedirle a Dios que nos ayude a vivir cada día en el poder del Espíritu Santo. Luego podemos desechar lo viejo y adoptar lo nuevo (2 Corintios 5:17).
Es más fácil mantener nuestros buenos propósitos cuando confiamos en Dios.
martes, 9 de septiembre de 2014
SI VAS A JUZGAR A ALGUIEN...
Mateo 7:1
"No juzguéis, para que no seáis juzgados"
Personas que rara vez leen la Biblia rápidamente citan Mateo 7:1 cuando quieren silenciar a alguien cuya opinión no les gusta. «No juzguéis, para que no seáis juzgados.» parece ser la respuesta perfecta.
Sin embargo, en su contexto, el pasaje indica que, en efecto, hemos de juzgar: simplemente se supone que debemos evitar los juicios incorrectos. Más aún, nuestros juicios han de comenzar con nosotros mismos: «Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano», dijo Jesús (v. 5). Luego dijo: «Guardaos de los falsos profetas» (v. 15). Esto también requiere de juicio —necesitamos poder discernir la verdad de la falsedad.
Jesús utilizó la metáfora de la fruta para darnos los criterios apropiados para juzgar. «Así que, por sus frutos los conoceréis» (v. 20). Hemos de juzgar a las personas (incluyéndonos a nosotros mismos) por la calidad del fruto que producen. Este fruto no puede ser juzgado por valores terrenales tales como nuestra apariencia exterior (v. 15). Debe ser juzgado por valores celestiales: el fruto que el Espíritu produjo dentro de nosotros —amor, gozo, paz... (Gálatas 5:22).
Nuestra tendencia es juzgar por las apariencias. Pero Dios juzga por lo que producimos, y nosotros debemos hacer lo mismo.
Sé lento para juzgar a los demás y rápido para juzgarte a ti mismo.
lunes, 8 de septiembre de 2014
JUSTICIA
Génesis 18:25
"El juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?"
Una historia de injusticia de la vida real cuenta acerca del brutal asesinato de una joven y de los dos hombres que, aunque eran inocentes, fueron condenados y sentenciados a muerte por el crimen. Sólo con la llegada de la prueba de ADN se demostró su inocencia y se salvaron de ser ejecutados después de 17 años de injusto sufrimiento. Finalmente, después de una larga espera, prevaleció la justicia.
Todos desean la justicia. Pero debemos reconocer que nuestra debilidad hace difícil que la administremos de forma perfecta. Podemos sentirnos inclinados a la venganza y, en nuestra búsqueda de ella, causar víctimas.
Es útil recordar que sólo en Dios se puede encontrar la justicia perfecta. Abraham lo describió con la pregunta retórica: «El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?» (Génesis 18:25). La respuesta necesaria es sí. Pero aún más, Su tribunal es el único lugar donde podemos tener la certeza que prevalecerá la justicia.
En un mundo lleno de injusticia, podemos tomar aquellas que se cometen contra nosotros, entregárselas al Juez de toda la tierra y confiar en que Él hará justicia en última instancia.
La vida no siempre es justa, pero Dios es siempre fiel.
domingo, 7 de septiembre de 2014
COMO UN NIÑO
Mateo 18:3
"De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis niños, no entraréis en el reino de los cielos"
¿Has visto lo sincero y transparente que es un niño cuando le pide algo a su papá? Aparte de eso, hay una confianza absoluta de que sus necesidades quedarán satisfechas. No se preocupa de nada: Ni qué comer, ni dónde dormir, ni de la hora que es. Sencillamente, confía en su papá.
Esa confianza absoluta es la que no debemos perder nunca cuando se trata de nuestro Dios. Él se encargará siempre de que no nos falte nada. Y si estamos pasando por dificultades a causa de nuestras malas decisiones es para que aprendamos y crezcamos en la fe.
Necesitamos tener la fe y la confianza de un niño. Necesitamos esa inocencia, esa pureza. Necesitamos volver a esa dependencia de nuestro Padre celestial.
La clave para nosotros es practicar la fe sencilla y sin complicaciones de un niño. Es indispensable para entrar al Reino de Dios.
Recuerda: La fe brilla con mayor fulgor en un corazón de niño.
sábado, 6 de septiembre de 2014
REFRENA TUS LABIOS
Proverbios 10:19
“El que refrena sus labios es prudente”
¿Quién no recuerda las palabras que recibió de sus padres cuando era niño? Quizás no todas, pero sí hubo muchas que marcaron nuestras vidas. Para bien o para mal, lo han hecho. Mucha gente vive frustrada porque nunca recibió una palabra de afirmación de sus padres y por otra parte, muchos encontraron el propósito de vida gracias a una palabra decisiva dicha aunque haya sido varios años atrás. Una poetisa, llamada Emily Dickinson dijo una vez: «Algunos dicen que una palabra está muerta cuando se pronuncia. Yo digo que ése es el día cuando recién comienza a vivir».
Puede que las palabras que digamos tengan consecuencias a largo plazo. Nuestros comentarios, nuestros cumplidos e incluso nuestras duras críticas pueden quedarse pegadas al oyente por décadas.
No es de sorprender que las Escrituras digan: «El que refrena sus labios es prudente» (Proverbios 10:19). Las palabras que decimos hoy siguen vivas. Asegurémonos que provengan de «la lengua del justo» (v. 20).
La lengua es un órgano pequeño que puede crear discordia o armonía. ¿Qué tipo de palabras dicen a los que te rodean?
viernes, 5 de septiembre de 2014
ADORAR A DIOS... CON LA COMIDA
Proverbios 25:16
“¿Hallaste miel? Come lo que te basta”
La comida juega un papel importante en las Escrituras. Dios la usa no sólo para darnos bendición, sino también para darnos enseñanza, Nuestro mal uso de la comida nos impide conocer a Dios de maneras diferentes a las que ya lo conocemos.
En el Antiguo Testamento, Dios le dijo a Adán todo lo relacionado en cuanto a qué comer y qué no comer (Génesis 2:16-17). Posteriormente, les dio a los israelitas maná para convencerlos de que Él era Dios y probarles para que descubrieran si creían en Él (Éxodo 15:12; Deuteronomio 8:16). En el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo declaró la actitud apropiada para todo lo que hacemos, incluso la manera como comemos: “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31).
Cuando pensamos en la comida como un amigo que nos consuela o un enemigo que nos engorda, nos perdemos la maravilla de recibir con gratitud un espléndido regalo de Dios. La obsesión por la comida o por no comer indica que estamos centrados en el regalo más que en el Dador, lo cual es una forma de idolatría.
Cuando comer se convierta en un verdadero acto de adoración a Dios, dejaremos de adorar a la comida.
Cuando la comida se convierte en nuestro "dios", nuestro apetito por el Pan de Vida disminuye. Cuando rindes tu vida totalmente al Señor, la comida es un motivo más para adorarle.
jueves, 4 de septiembre de 2014
¿RESPIRAS? ¡ALÁBALE!
Salmo 150:6
“Todo lo que respira alabe a JAH”
Si tomase un puñado de tierra y lo soplara, todo lo que conseguiría de ello sería que algo se ensuciase. Pero cuando Dios lo hizo, obtuvo un ser humano vivo y respirando capaz de pensar, sentir, soñar, amar, reproducirse y vivir para siempre.
Como yo soy uno de esos seres humanos, uso expresiones tales como “se me corta” la respiración, que “contengo” el aliento, o que es mejor “no gastar” aire, pero eso son sólo expresiones idiomáticas del lenguaje. Me es imposible no gastar aire y guardarlo para usarlo después. Si no uso el aire que tengo ahora, lo perderé y puede que incluso pierda la consciencia.
Cuando Dios sopló aliento de vida en Adán, le dio más vida; le dio una razón para vivir: ¡Adorar! Tal y como lo dijo el salmista: “Todo lo que respira alabe a JAH” (Salmo 150:6).
Esto significa que desperdiciamos nuestro aire cuando lo usamos para algo que no honra a Aquel en quien “vivimos, y nos movemos, y somos” (Hechos 17:28).
Aunque no podemos soplarle vida a un puñado de tierra, podemos usar nuestro aliento para pronunciar palabras de consuelo, cantar cánticos de alabanza y correr a ayudar a los enfermos y a los oprimidos. Cuando usamos nuestro aliento para honrar a nuestro Creador con nuestra combinación única de talentos, habilidades y oportunidades, jamás desperdiciaremos el aire.
Todo lo que soy y lo que tengo se lo debo a Jesús. ¿Es tu sentir? ¡Entonces alábale con tu vida y obediencia!
miércoles, 3 de septiembre de 2014
¡VIVE LA BIBLIA!
Ezequiel 33:32
"Y he aquí que tú eres a ellos como cantor de amores,... y oirán tus palabras, pero no las pondrán por obra"
La lectura periódica de la Palabra de Dios es una práctica digna, pero no es un fin en sí misma. El profeta Ezequiel se dirigió a una audiencia a la que le encantaba escuchar pero que se negaba a actuar. El Señor le dijo a Ezequiel: «Y he aquí que tú eres a ellos como cantor de amores, hermoso de voz y que canta bien; y oirán tus palabras, pero no las pondrán por obra» (33:32).
Jesús dijo: «Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca» (Mateo 7:24).
¿Cómo leeremos cada uno de nosotros la Biblia en nuestra vida? ¿La leeremos rápidamente para alcanzar la meta de terminarla? ¿O la leeremos con el objetivo de hacer lo que dice?
No te conformes con leerla. ¡Vívela!
El valor de la Biblia consiste no sólo en conocerla sino en obedecerla.
martes, 2 de septiembre de 2014
TODO TIENE SU TIEMPO
Eclesiastés 3:1
"Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora"
En un esfuerzo por enfrentar los desafíos de la vida, a menudo nos volvemos a las palabras de Salomón: «Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora» (Eclesiastés 3:1). No obstante, no tenemos reparos en admitir que preferiríamos reír que llorar, bailar que endechar, y buscar que perder (vv. 4,6).
Pero sabemos que al aceptar las lecciones y las oportunidades de todo tiempo que se nos presenta, encontramos que «Dios es nuestro amparo y fortaleza» (Salmo 46:1).
Sea cual fuere el tiempo en que nos encontremos, siempre es momento de confiar en Él. SIEMPRE.
Cualquiera que sea la época en la vida, la actitud es lo que marca toda la diferencia. La actitud y en quién confiamos. ¿Confías en Dios?
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