Salmos 23:6
"La bondad y el amor me seguirán
todos los días de mi vida;
y en la casa del Señor
habitaré para siempre."
todos los días de mi vida;
y en la casa del Señor
habitaré para siempre."
Una y otra vez, la Palabra de Dios nos da hermosas postales y ejemplos de que su amor nos persigue. De hecho, la Biblia es una gran historia de la búsqueda de Dios hacia nosotros. Una de mis historias favoritas es la historia de Jonás.
Dios le dio a Jonás direcciones muy claras. Y Jonás no obedeció.
"Pero Jonás se levantó y fue en la dirección opuesta a alejarse del Señor." - Jonás 1:3.
Ahora, Dios no necesitaba Jonás para llevar a cabo su plan. Amaba a Jonás y se negó a renunciar a él, aun cuando él no quería tener nada que ver con Dios. Él lo amaba tanto que se fue a medidas extremas para recuperar a su corazón.
¿Debo perseguir mis hijos con un amor tan vigilante? Es fácil perseguirlos cuando las cosas van viento en popa, pero cuando se alejan de mí (literal y figuradamente), estoy dispuesto a intensificar la búsqueda sea mucho más?
Cuando salíamos con mi esposa antes de casarme, créanme que hice todo lo posible para demostrarle a ella que era la persona con la que más disfrutaba estar. Quería pasar tiempo con ella y conocerla. Detalles como cartas, regalos, canciones eran algo con lo que yo le recordaba constantemente de mi amor por ella. "Perseguí" su corazón. No había nada pasivo al respecto. Era una búsqueda activa.
De manera similar, pero aún más profunda, Dios nos busca, nos persigue para demostrarnos que nos ama.
"Ciertamente el bien y la misericordia me perseguirán a lo largo de mi vida", dice el Salmo 23:6.
La palabra perseguir aquí es la misma palabra que se usa en otros pasajes de las Escrituras para describir a alguien que es perseguido por un ejército o algo similar. Este tipo de búsqueda tiene una misión y un propósito: Reclamar algo. Dios está en una misión diaria para reclamar nuestros corazones como suyos.
Vamos a pedirle al Señor que examine nuestros corazones y que nos ayude a ver qué nos impide ser alcanzados por su amor. ¿Hay paredes de resentimiento que necesitan ser derribadas? ¿Cómo podemos tratar de conocerlo mejor? Vamos a pedirle sabiduría para saber cómo podemos estar unidos cada día con un amor que persigue nuestros corazones.
Dios le dio a Jonás direcciones muy claras. Y Jonás no obedeció.
"Pero Jonás se levantó y fue en la dirección opuesta a alejarse del Señor." - Jonás 1:3.
Ahora, Dios no necesitaba Jonás para llevar a cabo su plan. Amaba a Jonás y se negó a renunciar a él, aun cuando él no quería tener nada que ver con Dios. Él lo amaba tanto que se fue a medidas extremas para recuperar a su corazón.
¿Debo perseguir mis hijos con un amor tan vigilante? Es fácil perseguirlos cuando las cosas van viento en popa, pero cuando se alejan de mí (literal y figuradamente), estoy dispuesto a intensificar la búsqueda sea mucho más?
Cuando salíamos con mi esposa antes de casarme, créanme que hice todo lo posible para demostrarle a ella que era la persona con la que más disfrutaba estar. Quería pasar tiempo con ella y conocerla. Detalles como cartas, regalos, canciones eran algo con lo que yo le recordaba constantemente de mi amor por ella. "Perseguí" su corazón. No había nada pasivo al respecto. Era una búsqueda activa.
De manera similar, pero aún más profunda, Dios nos busca, nos persigue para demostrarnos que nos ama.
"Ciertamente el bien y la misericordia me perseguirán a lo largo de mi vida", dice el Salmo 23:6.
La palabra perseguir aquí es la misma palabra que se usa en otros pasajes de las Escrituras para describir a alguien que es perseguido por un ejército o algo similar. Este tipo de búsqueda tiene una misión y un propósito: Reclamar algo. Dios está en una misión diaria para reclamar nuestros corazones como suyos.
Vamos a pedirle al Señor que examine nuestros corazones y que nos ayude a ver qué nos impide ser alcanzados por su amor. ¿Hay paredes de resentimiento que necesitan ser derribadas? ¿Cómo podemos tratar de conocerlo mejor? Vamos a pedirle sabiduría para saber cómo podemos estar unidos cada día con un amor que persigue nuestros corazones.
Dios nos ama y nos persigue... ¿Te dejarás alcanzar?
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