Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
viernes, 5 de septiembre de 2014
ADORAR A DIOS... CON LA COMIDA
Proverbios 25:16
“¿Hallaste miel? Come lo que te basta”
La comida juega un papel importante en las Escrituras. Dios la usa no sólo para darnos bendición, sino también para darnos enseñanza, Nuestro mal uso de la comida nos impide conocer a Dios de maneras diferentes a las que ya lo conocemos.
En el Antiguo Testamento, Dios le dijo a Adán todo lo relacionado en cuanto a qué comer y qué no comer (Génesis 2:16-17). Posteriormente, les dio a los israelitas maná para convencerlos de que Él era Dios y probarles para que descubrieran si creían en Él (Éxodo 15:12; Deuteronomio 8:16). En el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo declaró la actitud apropiada para todo lo que hacemos, incluso la manera como comemos: “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31).
Cuando pensamos en la comida como un amigo que nos consuela o un enemigo que nos engorda, nos perdemos la maravilla de recibir con gratitud un espléndido regalo de Dios. La obsesión por la comida o por no comer indica que estamos centrados en el regalo más que en el Dador, lo cual es una forma de idolatría.
Cuando comer se convierta en un verdadero acto de adoración a Dios, dejaremos de adorar a la comida.
Cuando la comida se convierte en nuestro "dios", nuestro apetito por el Pan de Vida disminuye. Cuando rindes tu vida totalmente al Señor, la comida es un motivo más para adorarle.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario