Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
lunes, 1 de septiembre de 2014
SU PALABRA
Jeremías 15:16
"Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón"
Muchas personas no compran nada de comer si no saben exactamente cuántas calorías tienen los alimentos, fecha de vencimiento, etc... y está bien, es una excelente forma de cuidar nuestro cuerpo, templo del Espíritu Santo.
Pero aún más importante que hacer buenas elecciones en la tienda de alimentos es pensar cuidadosamente acerca de la comida que digerimos para nuestra alma. Me gusta mucho el versículo que dice: «Fueron halladas tus palabras, y yo las comí» (Jeremías 15:16).
Cuando leemos la Palabra de Dios, tenemos que hacer algo más que tacharlo de nuestra lista de cosas por hacer. Tenemos que leerla para digerirla. La absorción lenta y seria de la Palabra de Dios con una reflexión en silencio sobre sus implicaciones es altamente nutritiva. Sus Palabras proveen todos los ingredientes que necesitamos para desarrollarnos espiritualmente:
Una conexión directa con el Sustentador de nuestra alma,alimento para el cerebro que nos hace sabios y nos da discernimiento, un chequeo diario que revela la condición de nuestros corazones, medicina preventiva que nos impide pecar, una ducha espiritual de paz, esperanza y consuelo.
Así que el día de hoy te exhortamos a que comas de la Palabra de Dios. ¡Es una fiesta espiritual!
La Biblia contiene todos los nutrientes para un alma saludable. ¡Comámosla todos los días!
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