Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
viernes, 7 de noviembre de 2014
BANQUETE
Lucas 14:13-14.
"Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; y serás bienaventurado"
Se viene la temporada navideña. Temporada de convivios, cenas, banquetes, etc. Es un tiempo donde ya sea en la oficina, en familio o con amigos se suele organizar comidas con listas de invitados, ¿No es así?
Repasamos nuestra propuesta de lista de invitados y sugerimos amigos a los que nunca hemos invitado o que no han venido hace tiempo. Y parece que esta lista normalmente consta de personas que se parecen, actúan y viven como nosotros y que pueden corresponder a nuestra invitación. Pero, si le preguntamos a Jesús a quién debiéramos invitar a cenar, Él nos dará una lista de invitados totalmente distinta.
Un día, un prominente fariseo invitó a Jesús a su casa, probablemente para compartir la mesa con Él, pero posiblemente para observarlo de cerca y poder atraparlo. Mientras estuvo allí, Jesús sanó a un hombre y le enseñó a Su anfitrión una importante lección: Al hacer nuestra lista de invitados para una cena, no debemos ser exclusivos; invitando sólo a amigos, parientes, vecinos ricos y aquellos que pueden devolverte la invitación. En cambio, debemos ser inclusivos, invitando a los que no nos pueden pagar de vuelta. Aunque tales personas no podrían corresponderle al anfitrión, Jesús le aseguró que recibiría bendición y que Dios lo recompensaría (Lucas 14:12-14).
Así como Jesús ama a todos por igual, también nosotros aprendamos de su ejemplo y abramos nuestros corazones y hogares a los menos afortunados que nosotros. Seguro que por nuestra casa hay personas así. ¿Seguiremos el ejemplo del Maestro?
Abrir nuestros corazones y hogares nos bendice tanto a nosotros como a los demás.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario