sábado, 27 de diciembre de 2014

CIUDAD CELESTIAL


Apocalipsis 21:3
"Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo"

En el libro de Apocalipsis, Juan describe la visión de un cielo y una tierra nuevos, y nuestro futuro reencuentro con el Señor (21:1-5). El contexto no es sólo geográfico, sino de vida para el pueblo de Dios, una gloriosa realidad con Dios y Su pueblo habitando juntos por la eternidad.

Juan describe los beneficios para el pueblo de Dios cuando Él establezca Su morada en medio de éste. Las consecuencias debilitantes del pecado quedarán derribadas para siempre. En la visión de Juan, el pesar, la muerte, el dolor y la separación serán parte de las primeras cosas que entonces serán sólo el pasado. El viejo orden abre paso a uno nuevo y perfecto, un reencuentro de bendición eterna. «He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo… Y el que estaba sentado en el trono dijo: he aquí, yo hago nuevas todas las cosas» (Apocalipsis 21:3,5).

Un día, todos nos alegraremos en un feliz reencuentro en el cielo con nuestro Padre celestial. ¡No podemos imaginar qué día de regocijo será ése!

La separación es la ley de la Tierra; el reencuentro es la ley del Cielo.

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