domingo, 7 de diciembre de 2014

ÉL ES SUFICIENTE


Hechos 3:6
"No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy"


¿Es Jesús suficiente? Esa es una pregunta que muchos cristianos necesitamos hacernos. Tal vez por gracia de Dios tenemos abundancia de posesiones materiales; pero ¿Dependemos de Jesús? ¿O de las cosas que nos da?

Si bien las Escrituras no condenan tener riquezas en tanto se tenga las prioridades en orden y se trate las necesidades de los demás, aquellos de nosotros con relativa riqueza debemos recordar que Jesús —y no las riquezas— es quien nos sustenta.

El apóstol Pedro nos ayuda con esto al relatar la historia del cojo que pedía limosna en la puerta del templo en Jerusalén. Este hombre le pidió dinero a Pedro, pero el apostol le respondió: «No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda» (Hechos 3:6).

El hombre que yacía a la puerta ese día pensó que el dinero era la respuesta a sus problemas, pero Pedro le mostró que la respuesta era Jesús. Y sigue siéndolo.

Jesús es suficiente para muchos hermanos que lo han dejado todo con tal de seguirle y proclamar su evangelio. Él es suficiente para los desposeídos. Él es suficiente para todo aquel que lo reconozca ¿Es Él suficiente para ti?


Nuestras mayores riquezas son las que tenemos en Cristo.

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