Eclesiastés 3:14
"Sé además que todo lo que Dios ha hecho permanece para siempre; que no hay nada que añadirle ni quitarle; y que Dios lo hizo así para que se le tema."
¿Cuál es el propósito de la vida? ¿A qué le debemos nuestro tiempo, nuestras fuerzas, nuestra adoración?
Todo en la vida trata sobre Él. El autor del libro de Eclesiastés se esfuerza por explicar que todo lo que soñamos alcanzar en la vida es pura vanidad. Al final de cuentas todo se queda acá. Basta ir a un funeral para darnos cuenta que no nos llevamos nada.
El propósito de nuestra vida debe ir más allá de construir casas, de viajar a muchos países, de amasar fortunas. El propósito de nuestra vida debe ser agradar y adorar al dador de la misma. Debe ser darle el primer lugar a Dios, compartir tiempo con los que Él ha puesto a nuestro alrededor.
Disfrutar de la vida es posible si ponemos a Dios como primer lugar y nos deleitamos en Él. Se vive mejor así.
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