Eclesiastés 5:19-20
"Además, a quien Dios le concede abundancia y riquezas, también le concede comer de ellas, y tomar su parte y disfrutar de sus afanes, pues esto es don de Dios. Y como Dios le llena de alegría el corazón, muy poco reflexiona el hombre en cuanto a su vida."
Dios nos quiere ver felices, independientemente de lo que tenemos (si es mucho o poco), pero con las correcta perspectiva de que todas nuestras posesiones son un regalo de Dios.
A pesar de que no son la fuente de la alegría, son un motivo de alegría porque todo lo bueno viene de Dios. Debemos centrarnos más en el Dador de la donación y no tanto en la provisión.
Podemos estar contentos con lo que tenemos cuando nos damos cuenta de que con Dios, tenemos todo lo que necesitamos.
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