UNA BUENA META

Proverbios 17:24
"La meta del prudente es la sabiduría;
    el necio divaga contemplando vanos horizontes."
   
Aunque es bueno tener grandes sueños, este proverbio señala la locura de perseguir fantasías o construir castillos en el aire. Es mejor alinear nuestros objetivos con el propósito de Dios para nuestra vida y dejando que Él nos moldee hacia la persona que quiere que seamos.

Las metas espirituales (tener sabiduría, ser honesto, tener paciencia, amar) quizás no parezcan emocionantes, pero van a determinar tu futuro eterno. Tómate el tiempo para pensar acerca de tus sueños y metas, y asegurarte de que cubren las áreas realmente importantes de la vida.

Que nuestra meta sea la sabiduría. No divaguemos construyendo castillos y fantasías en el aire. Que nuestra meta sea buscar más de Dios, siempre.