miércoles, 26 de septiembre de 2018

CONFIANZA



Salmos 25:1-5
"A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.
Dios mío, en ti confío;
No sea yo avergonzado,
No se alegren de mí mis enemigos.
Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido;
Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
Muéstrame, oh Jehová, tus caminos;
Enséñame tus sendas.
Encamíname en tu verdad, y enséñame,
Porque tú eres el Dios de mi salvación;"


¿Confiaremos en Dios con todo nuestro ser?

Confiamos en Él para la salvación, pero ¿confiaremos en Él con nuestras almas, nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestras voluntades?

Es en humildad y dependencia que venimos a Dios con nuestras debilidades, no solo con nuestras fortalezas. Este corazón de rendición, humildad y total dependencia de Dios para nuestra fortaleza diaria es la marca de aquellos que han aprendido el secreto de la vida intercambiada. Ya no vivimos, pero Jesús vive en nosotros y a través de nosotros. Él es nuestra vida. Nuestra esperanza está en el Señor, todo el día, todos los días. Esta vida de rendición y dependencia del Señor hace la vida más simple, más centrada. Jesús es nuestra fortaleza, nuestro maestro, nuestro guía, nuestra suficiencia y nuestra vida.

Señor Jesús, gracias por llenarme con tu Espíritu nuevamente este día, quiero que tú vivas a través de mí, para tu gloria. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario