Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
lunes, 24 de septiembre de 2018
SERVIR CON HUMILDAD
Hechos 20:18-19
Cuando vinieron a él, les dijo:
"Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia, sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos"
Pablo combinó presentaciones claras de la verdad y la gracia del evangelio con gran amor por aquellos a quienes estaba alcanzando y discipulando. Sin gran amor y humildad para las personas y las personas, nuestro ministerio se convierte en tareas que cumplir, proyectos que completar y planes estratégicos para cumplir. Las lágrimas revelan el corazón; exponen nuestra identificación con los demás, y el lenguaje del corazón más que nuestras mentes.
¿Nos comunicamos tanto con nuestros corazones como con nuestras mentes mientras discipulamos, pastoreamos y servimos a los demás?
Es necesaria la humildad para que nuestro enfoque se centre menos en nosotros mismos y más en el Señor y los demás. La curación y la liberación de nuestros corazones y emociones darán buenos frutos en los corazones de aquellos a quienes servimos y guiamos.
Señor Jesús, me humillo ante ti. Oro por la liberación de mis emociones de forma saludable, ya que te amo y te sirvo a ti y a los demás, para tu gloria.
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