Salmos 22:27-28
"Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra,
Y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti.
Porque de Jehová es el reino,
Y Él regirá las naciones."
Jesús es la expresión más completa de la bendición de Dios hacia nosotros. El rostro de Dios se volvió hacia nosotros y brilló sobre nosotros en la cara de Jesús. En Cristo tenemos paz con Dios y paz con los demás. En Cristo, hemos recibido el nombre del Padre y ahora somos parte de su familia.
La promesa de que todas las familias de las naciones (grupos étnicos de personas) se inclinarán y se volverán hacia el Señor solo es posible porque Dios primero se volvió hacia nosotros en Cristo. A Jesús se le ha dado un nombre por encima de todos los demás nombres; se le ha dado el reino y la gloria.
Padre Dios, gracias por bendecir mi vida a través de Cristo. Oro por valentía para declarar esta bendición a las familias de las naciones, para tu gloria. Amén.
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