martes, 25 de septiembre de 2018

CREO, PERO ALGO ME ATA




Hechos 21:20
"Cuando ellos lo oyeron, glorificaron a Dios, y le dijeron: Ya ves, hermano, cuántos millares de judíos hay que han creído; y todos son celosos por la ley."


Es posible creer en Jesús para la salvación pero aún así estar sujeto a las leyes y regulaciones de nuestra vida anterior a Cristo. Los muchos miles de judíos que creyeron en Cristo y todavía vivían bajo la ley de Moisés, no tuvieron problemas para matar a Pablo.

¿Cómo podemos creer y al mismo tiempo tener asesinato en nuestros corazones?

Estos judíos sintieron que Pablo era un blasfemo digno de muerte bajo la ley mosaica. Sin el discipulado continuo y la obra transformadora del Espíritu Santo, nosotros también podemos oponernos al trabajo de Dios en los demás cuando se ve diferente de nuestra propia experiencia. Creer en Cristo debe ser seguido por el discipulado, el crecimiento en humildad y amor, y la transformación de toda la vida en la imagen de Cristo.

Señor Jesús, tú eres mi vida. Elijo este día para rendirTe mis pensamientos, palabras y acciones. Enséñame tus caminos, para tu gloria. No quiero estar atado, quiero creer más y tener libertad, verdadera libertad. En tu nombre, amén.


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