domingo, 27 de enero de 2019

EJEMPLO EN LA FAMILIA



2 Crónicas 14:11
"Allí Asá invocó al Señor su Dios y le dijo: «Señor, solo tú puedes ayudar al débil y al poderoso. ¡Ayúdanos, Señor y Dios nuestro, porque en ti confiamos, y en tu nombre hemos venido contra esta multitud! ¡Tú, Señor, eres nuestro Dios! ¡No permitas que ningún mortal se alce contra ti!»"


La fe de Asá en Dios para liberar a su pueblo nació en su familia cuando vio a su padre Abías invocar al Señor cuando se enfrentó a un ejército israelita mucho más grande dirigido por Jeroboam. 


Su padre Abías le recordó tanto a su propia gente como a las tribus rebeldes dirigidas por Jeroboam del pacto que tenían con el Señor Dios Todopoderoso. Dios era su líder. Asá observó esta asombrosa victoria cuando Judá invocó al Señor. Cuando Asá fue atacado más tarde por el enorme ejército de los Cusitas, hizo lo mismo que había hecho su padre. Se humilló y llamó al Señor: "No hay nadie como tú para ayudar a los impotentes contra los poderosos".

¿Hemos aprendido este principio en nuestros hogares?

¿Estamos enseñando esta verdad a nuestros hijos?

¿Estamos totalmente dependientes del Señor en nuestros desafíos en la vida?

Nuestras historias de fe serán observadas por la próxima generación y podrían ayudarles a encontrar también fortaleza en el Señor.

Señor Jesús, tú eres mi fortaleza y nuestra fortaleza como familia. Nuestra esperanza está en ti. Queremos hablar de tu gracia, tu amor y tu poder salvador.


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