Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
lunes, 7 de enero de 2019
JUSTIFICADOS
Romanos 5:1
"En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo."
La santidad de Dios y el pecado del hombre crean barreras para la relación, un abismo tan amplio que ningún humano puede cruzarlo. El castigo por el pecado es la muerte. El pago por el pecado es mucho más alto que el placer prometido por el pecado. Sin el derramamiento de sangre, no hay perdón del pecado.
Después de miles de años de sacrificios de sangre animal por el perdón de los pecados, Dios envió a su único Hijo como un sacrificio sin pecado para hacer por nosotros lo que no podíamos hacer por nosotros mismos.
A través de la fe en Jesucristo y su sacrificio por el pecado en nuestro nombre, somos justificados ante un Dios santo. Este único acto de justicia trajo el don de la vida y la relación correcta con Dios a quienes lo recibirán. En la sala del trono de la corte de Dios, cuando se anuncia la pena por nuestro pecado, tenemos un defensor que justificará nuestro derecho a vivir. Es a través del sacrificio en nuestro nombre por Jesucristo. Nuestra vida eterna viene de Jesucristo y solo de Él.
Señor Jesús, gracias por justificarme ante el trono de Dios a través de tu sacrificio en mi nombre. Gracias por la vida. Gracias por tu amor.
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