Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
martes, 22 de enero de 2019
GENEROSIDAD
Eclesiastés 11:1-2
"Lanza tu pan sobre el agua;
después de algún tiempo volverás a encontrarlo.
Comparte lo que tienes entre siete,
y aun entre ocho,
pues no sabes qué calamidad
pueda venir sobre la tierra."
Cuando damos generosamente a la obra de Dios, estamos sembrando semillas de fe que un día traerán de vuelta una cosecha. Nuestras inversiones en caridad son en realidad inversiones en la eternidad, cuando "las encontraremos de nuevo".
En una generación de gratificación instantánea, ¿podemos dar de manera gratuita, incluso cuando nuestras devoluciones pueden estar a "muchos días" de distancia?
Cuando difundimos nuestros dones, bendecimos a muchas personas. Demostramos que todo lo que tenemos proviene de Dios y solo somos administradores de su riqueza. Nuestras vidas son cortas y un día volveremos a nuestro Hacedor. Vivir sabiamente significa vivir generosamente, sabiendo que no podemos llevarnos nada cuando salgamos de la tierra.
Señor Jesús, yo echo mi pan sobre las aguas este día. Gracias porque lo multiplicarás para tu gloria.
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