miércoles, 30 de enero de 2019

VALIENTES CON LA PALABRA




1 Reyes 21:19-20
"Dile que así dice el Señor: “¿No has asesinado a un hombre, y encima te has adueñado de su propiedad?” Luego dile que así también dice el Señor: “¡En el mismo lugar donde los perros lamieron la sangre de Nabot, lamerán también tu propia sangre!”»
Acab le respondió a Elías:
—¡Mi enemigo! ¿Así que me has encontrado?
—Sí —contestó Elías—, te he encontrado porque te has vendido para hacer lo que ofende al Señor..."


¿Puede Dios confiar sus palabras en nuestra boca?

Acab acababa de abusar de su autoridad como rey; mató a un hombre que era inocente y le quitó su tierra. El mensaje de Elías a Acab también podría haberle costado la vida. Sin embargo, Elías valoró la palabra de Dios más que su propia vida.

¿También valoramos la palabra de Dios?

¿Enfrentaremos el pecado en nuestras propias vidas y amaremos a los demás lo suficiente como para obedecer al Señor cuando nos incite a confrontar el pecado en sus vidas?

Elías había encontrado su vida en Dios para que los asuntos de Dios se convirtiera en sus asuntos.

¿Qué nos impide ser mensajeros de Dios en cualquier circunstancia que lo amerite?

Señor Jesús, tu misión es mi misión. Me arrepiento por temer al hombre este día; te agradezco que el amor perfecto expulsa todo temor.


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