Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
jueves, 31 de enero de 2019
PALABRAS DE DIOS
2 Crónicas 18:6-7
"Pero Josafat inquirió:
—¿No hay aquí un profeta del Señor a quien podamos consultar?
El rey de Israel le respondió:
—Todavía hay alguien por medio de quien podemos consultar al Señor, pero me cae muy mal porque nunca me profetiza nada bueno; solo me anuncia desastres. Se trata de Micaías hijo de Imlá.
—No digas eso —replicó Josafat."
¿Qué sucede cuando el pueblo de Dios ahoga la voz profética y los dones?
Solo escuchamos lo que queremos escuchar. Los sermones se vuelven más acerca de mimar el pecado que de confrontar el pecado. Los equipos de liderazgo se desvían fácilmente hacia el orgullo y la independencia, en lugar de la humildad y el temor del Señor. Sin la voz profética, nuestra misión se vuelve egoísta y nos volvemos ciegos ante las necesidades de quienes nos rodean.
Por más incómoda y convincente que sea, la Palabra del Señor trae vida. Jesús se enfrentó al establecimiento religioso, a la iglesia de su época, pero sus palabras trajeron aliento y esperanza a los marginados sociales.
¿Qué voces estamos escuchando hoy?
Señor Jesús, tus palabras son vida. Me humillo ante ti y elijo tus palabras para que me digan lo que necesito escuchar y no lo que quiero oír. En tu nombre, amén.
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