Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
sábado, 26 de octubre de 2019
LA BUENA BATALLA
2 Timoteo 4:7-8
"He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe.
Por lo demás me espera la corona de justicia que el Señor, el juez justo, me otorgará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que con amor hayan esperado su venida."
Todos queremos que nuestras vidas cuenten para algo significativo. Como un corredor, queremos encontrar un trofeo en la línea de meta, algo que deje una marca en este mundo y le da sentido a nuestra vida.
El apóstol Pablo estaba en una prisión romana enfrentando la muerte cuando le dio a Timoteo esta honesta valoración de su propia vida y ministerio. Como un luchador, había llegado a la última ronda. Como un corredor de fondo, estaba justo en la cinta y aún con toda calma. Expresó gran alegría al saber que había vivido su vida sin comprometer su fe en Dios.
Una cosa que Dios quiere de cada uno de nosotros es nuestra fidelidad. Él quiere que seamos fieles a Él. Si eres un explorador espiritual, tal vida comienza con el primer paso: pedirle a Cristo que te perdone y te dé dirección. Una vez que hagas eso, Cristo vendrá a vivir en ti. A través de la guía del Espíritu Santo, Jesús te permitirá completar fielmente la carrera de tu vida.
Una vida marcada por caminar fielmente con Dios es una vida que realmente cuenta. Al final de tu vida, cualquier cosa que pienses que recordarás: intereses, logros, adquisiciones, nada se comparará con la satisfacción de saber que invertiste tu vida en cosas espirituales que realmente duran. Es mejor enfrentar a Dios confiando en que lo hiciste a su manera que de cualquier otra manera.
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