Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
lunes, 14 de octubre de 2019
LA URGENTE NECESIDAD DE ARREPENTIMIENTO
2 Pedro 3:9
"El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan."
El amor de Dios no es para unos pocos o selectos, para los ricos o los pobres, para las personas de un país o sociedad en particular, sino para todos. El amor de Dios es accesible para cualquiera que ora con un corazón puro y un deseo genuino de salvación. En este versículo de 2 Pedro, leemos que Dios espera con infinita paciencia y misericordia que todos aprendan sobre Él y vengan a Él. Quiere darnos una cálida bienvenida a su hogar, tal como el hijo perdido fue recibido por su padre en el Evangelio de Lucas (ver Lucas 15:11-32).
Dios siempre nos está llamando a regresar a casa, a responder a su amor y misericordia, a participar en su reino. Dios no quiere que nadie pierda la oportunidad de recibir la salvación; Es paciente, amable y misericordioso. Al mismo tiempo, ¡eso no significa que debamos posponer la decisión!
Como un juego de fútbol, nuestras vidas están en un reloj que cuenta atrás. Un día sonará el silbato y nuestra vida terrenal llegará a su fin. Para algunos, eso será hoy. Para otros, eso puede ser en algún momento a partir de ahora. No sabemos cuándo terminará nuestro tiempo en la tierra. Por lo tanto, es de vital importancia que confiemos en Cristo hoy como nuestro Señor y Salvador.
El cielo y el infierno son ambos reales (Jesús habló de ambos). La elección es nuestra: podemos recurrir a Cristo o seguir nuestro propio camino.
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