Isaías 55:2-3
"¿Por qué gastan dinero en lo que no es pan,
y su salario en lo que no satisface?
Escúchenme bien, y comerán lo que es bueno,
y se deleitarán con manjares deliciosos.
Presten atención y vengan a mí,
escúchenme y vivirán.
Haré con ustedes un pacto eterno,
conforme a mi constante amor por David."
El Ser más creativo, amoroso, todopoderoso y dinámico del universo desea una relación con nosotros y quiere hablar con nosotros. Su invitación para nosotros es que vengamos, que lo busquemos y que lo escuchemos. Las palabras de Dios son personales, son amorosas, dan vida y satisfacen nuestra alma. Nos hacen comulgar con Dios como nuestro mejor amigo. Cuando las palabras de Dios vienen, las comemos, las digerimos y ellas nos nutren.
¿Qué estamos comiendo hoy? ¿Es satisfactorio? ¿Por qué no estamos escuchando al Espíritu de Dios que da vida?
Señor Jesús, mis oídos están abiertos para ti hoy. Eres mi vida y en quien me deleito. Gracias por tu invitación a buscar tu rostro hoy.
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