Salmos 112:1
"¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!
Dichoso el que teme al Señor,
el que halla gran deleite en sus mandamientos."
Cuando encontramos nuestra seguridad en Dios y caminamos en sus caminos, nuestros hijos lo notan y esta seguridad en el amor de Dios también forma sus vidas. El deleite y el placer de conocer y hacer la voluntad de Dios a la manera de Él marca a las familias que caminan con Dios. No hay herencia más grande que podamos transmitir a nuestros hijos que el temor del Señor y el deleite de Sus mandamientos.
La fortaleza y la paz de vivir en la presencia de Dios es un testimonio para quienes nos rodean. Nuestros hijos se vuelven poderosos cuando encuentran su fuerza en el Señor y viven en sus caminos. Cuando damos a nuestros hijos dinero, educación, deportes y viajes, pero no la realidad diaria de caminar con Dios, dejan nuestros hogares empobrecidos de Espíritu y alma. Dios bendice a las familias que viven para Él.
Señor Jesús, gracias por mis hijos y sus elecciones para conocerte y seguirte. Gracias por la paz y la seguridad del corazón que solo tú proporcionas. Guíalos siempre, guíame, Señor.
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