domingo, 26 de mayo de 2019

HUMILDAD



Ester 6:6
"Cuando entró Amán, el rey le preguntó:
—¿Cómo se debe tratar al hombre a quien el rey desea honrar?
Entonces Amán dijo para sí: «¿A quién va a querer honrar el rey sino a mí?»"


Buscar nuestro propio honor es una trampa en la que Amán y muchos otros han caído. Jesús dice que si nos exaltamos, nos humillaremos. Dios ama la humildad, pero el mundo no la entiende. 


El hecho de que la humildad sea atractiva en la sociedad occidental es un testimonio de la influencia transformadora de Jesús. También existe la promesa de Jesús de que cuando nos humillamos, Dios nos honra o nos exalta. La elección es nuestra. La búsqueda de la humildad puede convertirse en un viaje de orgullo en sí mismo. 

Más bien, para humillarnos a nosotros mismos, buscamos servir a Dios y a los demás. Alentamos y alabamos a los demás, mientras compartimos la alabanza que recibimos con nuestro equipo y el Dios al que servimos.

Padre, me humillo ante ti. Sé glorificado en mi vida este día.

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