Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
miércoles, 22 de mayo de 2019
MORIR
Marcos 8:31
"Luego comenzó a enseñarles:
—El Hijo del hombre tiene que sufrir muchas cosas y ser rechazado por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la ley. Es necesario que lo maten y que a los tres días resucite."
No podemos saltar a la parte de "sígueme" de este texto sin negarnos primero y tomar nuestra cruz. La muerte a uno mismo es una elección diaria que nadie más puede hacer más que nosotros mismos. Va contra nuestra naturaleza pecaminosa no ponernos a nosotros mismos primero, no honrarnos y no preservarnos.
Pedro fue reprendido por resistir este mensaje y Jesús indicó que el enemigo de la "muerte a sí mismo" era el mismo Satanás. Esta herejía puede vestirse con ropas religiosas como el "evangelio terapéutico" o el evangelio de "salud y riqueza", pero es hasta una especie de herejía. Seguir a Jesús es morir a sí mismo.
Jesús, me humillo ante ti y muero a mí mismo este día. Que así sea siempre, amén.
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