domingo, 2 de junio de 2019

EL REGALO PROMETIDO DEL PADRE



Hechos 1:4-5
"Una vez, mientras comía con ellos, les ordenó:
—No se alejen de Jerusalén, sino esperen la promesa del Padre, de la cual les he hablado: Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo."


La presencia y el poder del Espíritu Santo en la vida de un creyente es un don esencial de nuestro Padre celestial. Los regalos no deben ser temidos o evitados, sino que se abren con gratitud. 


La promesa del Padre era una parte esencial de la cena de la Pascua en cada hogar judío. Cincuenta días después de la Pascua, el Padre de cada hogar judío le daría un regalo al niño durante la cena. El regalo se daría en la Fiesta de las Semanas (Pentecostés), exactamente el día en que nuestro Padre envió su Espíritu para ser nuestro consejero, nuestro guía, nuestro maestro y nuestra fuerza. Bautizarse es estar completamente inmerso y envuelto en la esfera del Espíritu. Debemos estar bajo el control o la influencia del Espíritu Santo si queremos vivir en misión con Jesús.

Jesús, gracias por el don del Espíritu Santo. Tú eres mi maestro y fortaleza hoy.

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