lunes, 10 de junio de 2019

PREPOTENCIA



Hechos 12:22-24
"La gente gritaba: «¡Voz de un dios, no de hombre!»
Al instante un ángel del Señor lo hirió, porque no le había dado la gloria a Dios; y Herodes murió comido de gusanos.
Pero la palabra de Dios seguía extendiéndose y difundiéndose."


Las orgullosas palabras de los hombres que se jactan de sus logros y fortaleza serán juzgadas finalmente por Dios. Cuando son alabados, los seguidores de Jesucristo responden con gratitud, pero señalan la atención a Dios que nos dio nuestra vida y nuestros dones. Es la Palabra de Dios, no la del hombre, la que permanecerá. 


Al difundir la Palabra de Dios, les damos a otros una fuente eterna de verdad que producirá buenos frutos en sus vidas. El contraste entre las palabras jactanciosas de Herodes y la muerte prematura, y la difusión cada vez mayor de la Palabra de Dios se han repetido en cada generación.

Jesús, tú eres la Palabra viva. Gracias porque respetas tu palabra y que tus promesas son "sí" en Cristo.

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