Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
domingo, 26 de abril de 2020
¿CÓMO DISCIPLINO A LOS NIÑOS?
Proverbios 19:18
"Corrige a tu hijo mientras aún hay esperanza;
no te hagas cómplice de su muerte."
Proverbios comienza con la suposición de que los niños nacen con necesidad de corrección. Nuestros pequeños con cara de angelito entran en el mundo con una inclinación hacia el mal. Se espera que padres y madres entrenen a los niños amorosa pero firmemente en los caminos de la sabiduría, la responsabilidad y la rectitud.
La dirección que los niños reciben en el hogar marca el rumbo de toda su vida: si corriges a los niños por el camino que deben seguir, incluso cuando sean viejos no se apartarán de él (22:6). Esta no es una promesa general de que los padres piadosos no tendrán hijos rebeldes, pero subraya el principio general de que la buena crianza de los hijos puede tener un impacto de por vida. Los padres que fallan en su deber de disciplinar a sus hijos tienen una gran responsabilidad. El escritor los ve como una parte dispuesta a la muerte [de sus hijos] (19:18). En el antiguo Israel, la pena por varios crímenes era la muerte, por lo que no controlar adecuadamente a un niño podría conducir indirectamente a su muerte. Los padres que ignoran a sus hijos o no les dan la disciplina que necesitan los envían a un futuro sombrío y sombrío.
Hoy hay desacuerdo sobre los métodos disciplinarios. Los proverbios parecen favorecer las formas más fuertes de disciplina: quien salva la vara odia a sus hijos, pero el que ama a sus hijos tiene cuidado de disciplinarlos (13:24). Llevado al extremo, por supuesto, tal castigo es abuso, que la Biblia nunca alienta. La otra cara de la moneda es que los niños que nunca aprenden que sus acciones conllevan consecuencias eventualmente enfrentarán aún más dolor.
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