domingo, 19 de abril de 2020

PERSEVERANCIA



2 Tesalonicenses 2:15
"Así que, hermanos, sigan firmes y manténganse fieles a las enseñanzas que, oralmente o por carta, les hemos transmitido."


Ya sea que estemos en un ambiente de trabajo tóxico o realicemos un trabajo que parezca aburrido y monótono, muchos de nosotros nos preguntamos a veces cuánto tiempo podremos durar en nuestro trabajo actual. El trabajo es a menudo difícil y frustrante, pero estamos llamados a perseverar, a ser fieles, trabajando con todo nuestro corazón, "como trabajando para el Señor, no para los hombres" (Colosenses 3:23).

Aunque no siempre estamos llamados a permanecer en nuestro camino actual, hay momentos en que Dios nos llama a perseverar en el trabajo que preferimos no continuar. El llamado de Dios para que seamos fieles surge del trabajo de renovación más amplio que está realizando en todos los sectores de nuestro mundo. Nuestra voluntad de perseverar surge del conocimiento de que Dios quiere transformarnos a nosotros y a nuestros lugares de trabajo, y que nos invita a participar en su trabajo. La doctrina de la perseverancia resalta la gracia y la fuerza que tenemos en Cristo, para que podamos ser fieles en nuestro llamado.

En el mundo de hoy, puede ser tentador flotar de un trabajo a otro, especialmente cuando comenzamos a encontrar aspectos de nuestro trabajo que parecen desmoralizadores o deshumanizantes. Sin embargo, como cristianos, nuestro llamado está conformado por Dios y no solo por nuestros deseos. Dios nos llama a entrar en el quebrantamiento que nos rodea para que podamos participar en su renovación de todas las cosas. Cuando perseveramos, reconocemos la suficiencia de la gracia de Dios para ayudarnos a completar las tareas que nos ha encomendado, lo cual es una realidad diaria. Esta firme gracia nos ayuda a ver el valor de permanecer en nuestro trabajo actual, si de hecho es el deseo de Dios que permanezcamos en ese trabajo.

La mayoría de las veces solo vemos en retrospectiva la sabiduría de Dios al dirigir nuestros caminos. Si bien puede ser muy difícil ver esta razón en este momento, podemos estar seguros de que Dios quiere usarnos para dar a conocer su amor y sus propósitos redentores a todos los que nos rodean. Y la alegría que viene con este conocimiento nos ayuda a soportar cuando Dios quiere que lo hagamos.

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