viernes, 24 de abril de 2020

LLAMADO



Lucas 5:11
"Así que llevaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, siguieron a Jesús."

No importa la circunstancia, el llamado es el mismo.

Aunque nuestros trabajos de nueve a cinco cambien con los años, nuestro llamado siempre es amar a Dios y servirlo en cualquier posición que nos coloque.

Pocos días después de cerrar pénsum en la universidad, me sentía preparado y listo para cambiar el mundo, me topé con un trabajo soñado. Una empresa multinacional reconocida, seguro médico y demás beneficios. Tal vez esto no sería solo un trabajo, pensé. Tal vez este sería el comienzo de una carrera.

En el camino, supe que la verdadera carrera que importa no tenía que ver con el ámbito profesional o académico. La buena carrera de la fe es la que realmente importa en la eternidad.

En Mateo 4:18-22 leemos acerca de Jesús llamando a dos grupos de hermanos a dejar sus trabajos diarios como pescadores y "pescar" a la gente.

En la antigüedad, la pesca era un trabajo ordinario que se realizaba comúnmente: el trabajo era duro y ciertamente no era llamativo. Pero Jesús viene a estos hombres ordinarios, haciendo trabajos ordinarios, y básicamente dice: "Quiero usar tus habilidades para promover mi reino".

Pasé diez años en esa empresa. En el camino aprendí la diferencia entre mi vocación y mi llamado. Como recién graduado de la universidad, creía que el llamado de Dios a mi vida significaba que revelaría una carrera emocionante que usaría perfectamente mis talentos y dones. Lo que llegué a entender es que mi trabajo de nueve a cinco probablemente cambiaría con los años, pero mi llamado siempre sería el mismo: amar a Dios y servirlo en cualquier posición que él me coloque.

¿Estás dispuesto a ser usado por Dios en tu vocación actual?

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