Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
sábado, 22 de agosto de 2020
EL REY Y SU NOVIA
Salmos 45:1-2
"En mi corazón se agita un bello tema
mientras recito mis versos ante el rey;
mi lengua es como pluma de hábil escritor.
Tú eres el más apuesto de los hombres;
tus labios son fuente de elocuencia,
ya que Dios te ha bendecido para siempre."
El rey israelita descrito en este salmo es un rey sobre muchos reyes. Él es muy respetado por la gente y por Dios. Se lo describe como el "hombre más excelente": uno que hace de su causa "verdad, humildad y justicia" , que siempre derrota a sus enemigos y que establece un trono que dura para siempre.
Todas estas cualidades apuntan directamente a Jesús. Él es el Rey de todos los reyes, "exaltado". . . al lugar más alto ”por Dios. Jesús es la verdad, el hombre más humilde que camina por la tierra, y su ministerio y vida desafiaban constantemente a las personas a vivir para Dios y perseguir la justicia. Dios le da a su pueblo "victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo" (1 Corintios 15:57). Jesús se sienta a la diestra de Dios y su trono "durará por los siglos de los siglos" (Heb 1: 8).
El Salmo 45 es una canción de amor, una canción de boda real que celebra el matrimonio a lo grande, una boda entre un rey y su amada. El rey está completamente enamorado de su novia, y se le pide que lo honre y lo adore. Este salmo retrata proféticamente el glorioso reinado de Jesús, el Mesías prometido por Dios y el Rey final y supremo, y cómo su iglesia es su santa esposa.
En su gran e inagotable amor, Jesús, el Rey sobre todo, invita a su iglesia a convertirse en su santa novia, pidiéndoles que estén listos para su regreso. La anticipación de una novia esperando a su novio a medida que se acerca la boda es inconmensurable. Se pasan meses y meses de preparación en este día. La novia está en su mejor momento, con las mejores intenciones y expectativas. Su corazón rebosa de alegría, anhelando a su novio. Esta es una representación exacta de cómo la iglesia debería anhelar, preparar y anticipar ansiosamente la venida del Rey Jesús, cantando y orando: "Ven, Señor Jesús" (Apocalipsis 22:20).
Jesús, gracias por elegir la iglesia para ser tu novia. Ayúdanos a estar listos para ti cuando vengas. Amén.
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