Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
sábado, 29 de agosto de 2020
EZEQUÍAS Y LA PASCUA
1 Corintios 5:7
"Desháganse de la vieja levadura para que sean masa nueva, panes sin levadura, como lo son en realidad. Porque Cristo, nuestro Cordero pascual, ya ha sido sacrificado."
El rey Ezequías arregló que la gente celebrara la Pascua porque no siempre la habían observado como debían. No solo arregló que las tribus del sur comieran la comida, sino que también trajo un cierto grado de unidad al organizar que las tribus del norte se involucraran si lo deseaban. La Pascua celebró cómo Dios había salvado al pueblo de Israel mientras eran esclavos en Egipto. Dios derrotó a los egipcios y rescató a su pueblo de la esclavitud. Los hebreos se salvaron de la plaga porque mataron a un cordero y untaron su sangre en los postes de sus casas. El cordero sustituyó al primogénito de la casa. Cuando el Señor vio la sangre en el umbral de la puerta, la pasó por alto.
Esta comida señaló la salvación total y final del pueblo de Dios a través de Jesús, el Cordero que quita el pecado del mundo (Jn 1:29). Él es el Cordero de la Pascua para todo el pueblo de Dios (1 Corintios 5:7). Murió en el lugar de la humanidad para que la muerte eterna pase.
Jesús, gracias por la Pascua. Gracias por la tradición que te señaló. Y gracias por ser el último cordero de Pascua, que me salvó de una muerte segura. Amén.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario