miércoles, 21 de noviembre de 2018

FORTALEZA Y DEBILIDAD



2 Corintios 12:9
"...pero Él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo."


Dios probó deliberadamente el corazón de Saúl al comienzo de su camino de liderazgo para ver si él confiaría completamente en el Señor, o en sí mismo. Debido a su impaciencia, Saúl falló la prueba. Él preferiría sacrificar y cumplir las obligaciones religiosas, antes que obedecer la voz del Señor. Más tarde, falló la prueba del principio de obediencia (1 Samuel 15), porque no estaba dispuesto a parecer débil ante sus hombres. La debilidad se convierte en nuestro enemigo cuando confiamos en nuestra propia fuerza. Sin embargo, la debilidad es la clave para exponer nuestros corazones y nuestra necesidad de la gracia de Dios y el poder habilitador.

¿Nos humillaremos y llamaremos a Dios en nuestra debilidad y necesidad?

¿Dependeremos de la gracia de Dios y no de nuestra propia fuerza?

Señor Jesús, tú eres mi fortaleza. Me arrepiento de la autosuficiencia y el orgullo, y me humillo ante ti. Tu gracia me basta. Gracias Jesús.

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