sábado, 24 de noviembre de 2018

LA VERDADERA ARMADURA



1 Samuel 17:38-39
"Luego Saúl vistió a David con su uniforme de campaña. Le entregó también un casco de bronce y le puso una coraza.
David se ciñó la espada sobre la armadura e intentó caminar, pero no pudo porque no estaba acostumbrado.
—No puedo andar con todo esto —le dijo a Saúl—; no estoy entrenado para ello.
De modo que se quitó todo aquello"


Si bien David no tenía experiencia en la guerra de campo, fue valiente. El asesinato de un oso y un león para defender a las ovejas le había enseñado que ningún enemigo era demasiado grande para la unción del Espíritu y la fuerza que Dios le había dado. 


Cuando David rechazó la armadura de Saúl, evitó la trampa de copiar a otros líderes con miedo y confiar en métodos y estrategias, en lugar de en el Señor. David había encontrado su fuerza en el Señor. Dios le da estrategias de ministerio a cada uno de sus siervos, estrategias que se ajustan a nuestros dones y personalidad únicos. No necesitamos copiarnos unos a otros. Usar la armadura de otro hombre en lugar de la armadura del Señor es algo peligroso. 

Efesios 6 nos recuerda que debemos ser fuertes en el Señor y ponernos toda la armadura de Dios. David entendió y practicó este principio y aún hoy se habla de sus victorias.

Señor Jesús, guíame a tus batallas, con tus armas, a luchar en tu camino, para tu gloria. Amén.

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