Ezequiel 29:16
"El pueblo de Israel no confiará más en Egipto. Al contrario, será Egipto quien les sirva para recordar el pecado que cometieron los israelitas al seguirlo. Así sabrán que yo soy el Señor”»."
Las personas están creadas para tener esperanza. Ya sea una persona, un lugar, una cosa, un estado o un destino, todos esperan en algo o en alguien. Se suponía que el pueblo de Dios, los israelitas, esperaban en Dios, pero con frecuencia luchaban por hacerlo y, en cambio, ponían su seguridad en alianzas con naciones extranjeras.
Dios prometió derribar a la nación vecina de Egipto, y luego Judá ya no los consideraría una fuente de esperanza y ayuda. Dios tomó en serio la tendencia de su pueblo a perder su confianza y esperanza. Jesús reprendió a quienes confiaban en otra cosa que no fuera Dios, a quienes confiaban en las riquezas (Mt 6:19-21), en la herencia religiosa (Mt 3:9) o en sus actividades religiosas (Mc 13: 1-2). La confianza en cualquier persona o en cualquier otra cosa que no sea Dios es una cuestión de esperanza fuera de lugar. Como antes los israelitas, todo el pueblo de Dios debe aprender a confiar en Él hoy.
Jesús, veo a tantos amigos y seres queridos que ponen su esperanza en tonterías. Ayúdame a confiar y esperar solo en ti, y a guiar a otros a hacer lo mismo. Amén.
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