jueves, 6 de febrero de 2014

AL CAMINAR CON DIOS



Efesios 4.23–24"Renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestios del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad."
Los matrimonios saludables tienen un sentido de «permanencia». El esposo permanece en la esposa, y ella permanece en él. Hay ternura, sinceridad y comunicación continua. 


Pues lo mismo es cierto en nuestra relación con Dios. Cuando tenemos una relación saludable con Él, vamos a Él con nuestras alegrías, y algunas veces vamos con nuestras angustias, pero siempre vamos a Él. Y cuando vamos, mientras más vayamos, más nos parecemos a Él. Pablo dice que vamos «de gloria en gloria» (2 Corintios 3.18).

Los que viven juntos por mucho tiempo poco a poco empiezan a parecerse, a hablar igual, y hasta a pensar igual. Mientras caminamos con Dios nos apoderamos de sus pensamientos, sus principios, sus actitudes. Nos apoderamos de su corazón.


Por ello la invitación en este día es que tomes la decisión de pasar más tiempo con Dios. Hay muchas formas de hacerlo: Levantarte 5 o 10 minutos antes de que suene el despertador para hablar con Él en la mañana. Hacerlo después de almorzar en la oficina, durante el viaje de regreso a casa, en un grupo bíblico, etc. Toma tu agenda y prográmalo, es lo mejor que podemos hacer con la vida y el tiempo que Dios nos ha dado. Te darás cuenta que mientras más le busques, más le amarás, y mientras más lo ames, tu vida será mejor porque reflejarás sus pensamientos, sus principios, sus actitudes... su corazón.

¿Te animas?

Oración: Dios, gracias porque me das la oportunidad de retomar el camino que te agrada, te pido que me ayudes a que mi relación contigo sea más estrecha y sincera. En el nombre de Jesús te pido que pongas en mi corazón el deseo de dedicarte cada día de mi vida un tiempo de calidad para hablarte y escucharte. No me importa nada más que usar mi vida para agradarte, gracias por tu amor y tu gracia. En el nombre de Cristo Jesús, amén.

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