sábado, 11 de agosto de 2018

CREE Y VIVE




Jeremías 8:20
"Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos. "


Estimado lector, ¿es esta tu situación? ¿Conoces el camino de la salvación, lo lees en la Biblia, lo escuchas desde el púlpito, te lo explican tus amigos y, sin embargo, lo descuidas y nunca has confiado en Jesús, por lo tanto, no eres salvo?. No tendrás excusa cuando el Señor juzgue a los vivos y a los muertos. El Espíritu Santo ha dado más o menos bendición sobre la palabra que se ha predicado en su audiencia, y los tiempos de refrigerio han venido de la presencia divina, y sin embargo, puede que aún estés sin Cristo. Todas estas esperanzadoras estaciones han llegado y se han ido, tu verano y tu cosecha han pasado, y aún así no eres salvo. Los años se han sucedido en la eternidad, y tu último año estará pronto aquí: la juventud se ha ido, la virilidad se está yendo, y sin embargo no eres salvo. Déjame preguntarte: ¿alguna vez serás salvo? ¿Hay alguna posibilidad de que así sea? 


Ya las estaciones más propicias te han dejado sin ser salvo; ¿otras ocasiones alterarán tu condición? Los medios han fallado contigo, el mejor de los medios, usado con perseverancia y con el máximo cariño, ¿qué más se puede hacer por ti? La aflicción y la prosperidad tampoco han podido impresionarte; lágrimas, oraciones y sermones han sido desperdiciados en un corazón estéril. ¿No están las probabilidades muertas en contra de que alguna vez se salven? ¿No es más que probable que permanezcas como eres hasta que la muerte siempre bloquee la puerta de la esperanza? ¿Retrocedes cuando llega el momento de dar el paso de fe? Sin embargo, es una de las más razonables: el que no es lavado en tantas aguas con toda probabilidad se ensuciará hasta el final. El momento conveniente nunca ha llegado, ¿por qué debería venir alguna vez? 

Oh, sé sabio, sé sabio en el tiempo, y antes de que otro año comience, cree en Jesús, que es capaz de salvar hasta lo sumo. Consagra estas horas al pensamiento solitario, y al profundo arrepentimiento que se engendra en ti, estarás bien; y si conduces a una fe humilde en Jesús, será lo mejor de todo. No dejes pasar un día más sin ser renovado.

Ahora, ahora, AHORA cree, y vive.

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