Lucas 15:1,3-4
"Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Éste a los pecadores recibe, y con ellos come.
Entonces Él les refirió esta parábola, diciendo: ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?"
¿Estamos buscando activamente "ovejas perdidas"?
¿Estamos dispuestos a dejar atrás nuestras amistades, redes sociales, la familia e incluso la participación de la iglesia para perseguir y encontrar a las ovejas perdidas?
Esta reorientación de prioridades es radical y rara entre el pueblo de Dios. Las ovejas perdidas son la "fruta baja". Saben lo que significa seguir al Pastor; una vez fueron pastoreadas junto a nosotros, pero ahora se han preguntado.
¿A quién seguimos? ¿A quién le importamos? ¿Quién nos busca?
Jesús estaba en una misión para perseguir ovejas perdidas. Y la verdad todavía está en ella...
Señor Jesús, lléname de tu amor por las personas que se han apartado de tu familia. Deseo vivir en tu misión y no solo para mí, ayúdame. En tu nombre, amén.
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