jueves, 9 de agosto de 2018

¡ESTÁS A TIEMPO!



2 Samuel 2:26
"Y Abner dio voces a Joab, diciendo: ¿Consumirá la espada perpetuamente? ¿No sabes tú que el final será amargura? ¿Hasta cuándo no dirás al pueblo que se vuelva de perseguir a sus hermanos?"
 


Espero de corazón que este no sea tu caso, pero si tú eres simplemente alguien que dice ser seguidor de Cristo, pero no un poseedor de la fe que está en Cristo Jesús, las siguientes líneas son algo que podría ser tu final:

Eres un asistente respetable en un lugar de culto; vas porque otros van, no porque tu corazón esté bien con Dios. Este es tu comienzo. Supongo que durante los próximos veinte o treinta años se te perdonará continuar como lo haces ahora, profesar la religión mediante una asistencia externa a los medios de la gracia, pero sin tener corazón en el asunto. Ahora, vamos a ver el lecho de muerte de alguien así: Un sudor pegajoso está en su frente, y se despierta llorando, "Oh Dios, es difícil morir. ¿Enviaste a buscar a mi ministro?" "Sí, él viene". El ministro viene. "Señor, ¡me temo que me estoy muriendo!" "¿Tienes alguna esperanza?" "No puedo decir que sí. Temo estar delante de mi Dios, ¡oh!, ora por mí". La oración se le ofrece con sinceridad sincera, y el camino de la salvación es por enésima vez puesto ante él, pero antes de que él haya agarrado la cuerda, lo veo hundirse. 

Puedo poner mi dedo sobre esos párpados fríos, porque nunca volverán a ver nada aquí. Pero, ¿dónde está el hombre y dónde están los ojos verdaderos del hombre? Está escrito, "En el infierno él levantó sus ojos, estando en tormento". ¡Ah! ¿Por qué no levantó los ojos antes? Porque estaba tan acostumbrado a escuchar el evangelio que su alma dormía debajo de él. ¡Ay! si levantaras tus ojos allí, qué amargos serán tus gemidos. 

Dejemos que las propias palabras del Salvador revelen el ay: "Padre Abraham, envía a Lázaro, para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama". Hay un significado espantoso en esas palabras. ¡Que nunca tengas que deletrearlo con la luz roja de la ira de Jehová!

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