lunes, 13 de agosto de 2018

PONIENDO NUESTROS HIJOS EN SUS MANOS



Lucas 2:40, 51-52
"Y el niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre El"
"Y descendió con ellos y vino a Nazaret, y continuó sujeto a ellos. Y su madre atesoraba todas estas cosas en su corazón. Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres."


El desarrollo y crecimiento de los niños que aman y siguen los caminos de Dios es un regalo increíble. Los padres, que tienen el privilegio de ser parte de la vida de sus hijos, miran y participan en la gracia de Dios y trabajan en sus hijos. 


Dios habló y le hizo promesas a María y a José acerca de su hijo. También habló a través de sus parientes Zacarías y Elizabeth, así como a través de Simeón y Ana. Las palabras proféticas que Dios nos da para nuestros hijos son para alentarnos a que cooperemos con el plan de desarrollo de Dios para nuestros hijos. 

Es Dios quien les da sabiduría, estatura y favor a nuestros hijos. Es Dios quien da la gracia que necesitan. Nuestra responsabilidad es entrenar a nuestros hijos para que respondan a la guía y las impresiones de Dios mientras él moldea y da forma a sus vidas. Es otro milagro de la creación en el que tenemos el privilegio de participar con Dios.

Señor Jesús, gracias por nuestros hijos. Te los devolvemos para tu gloria, y oramos para que tus promesas los fortalezcan a ellos y a su fe en ti. En tu nombre oramos, amén.

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