2 Samuel 18:5
"Además, el rey dio esta orden a Joab, Abisay e Itay:
—No me traten duro al joven Absalón.
Y todas las tropas oyeron las instrucciones que el rey le dio a cada uno de sus generales acerca de Absalón."
¿Cómo podía David amar profundamente a un hijo que durante años había estado conspirando contra él y luego haberse revelado abiertamente?
El amor de David por su hijo fue mayor que su amor por el reino o por sí mismo. En cierto modo, David fue cegado por este amor. Ignoró las faltas y los pecados de Absalón debido a su amor por él.
¿Hemos sido alguna vez los destinatarios de ese tipo de amor?
Mientras aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Si bien Dios no pasa por alto nuestro pecado, nos ve a través de la obra terminada de Cristo en la cruz en nuestro nombre. Solo aquellos que han sido transformados por ese amor sacrificial, tienen la capacidad de amar a los demás de manera profunda y sacrificial de la misma manera.
Señor Jesús, gracias por tu gran amor por mí. Lléname de este amor hoy, para tu gloria.
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