miércoles, 12 de diciembre de 2018

MI SEÑOR Y MI DIOS



2 Samuel 7:22
"¡Qué grande eres, Señor omnipotente! Nosotros mismos hemos aprendido que no hay nadie como tú, y que aparte de ti no hay Dios."


El enfoque de David fue la gloria de Dios y la honra de su gran nombre. Cuando enfocamos nuestras vidas en vivir para la gloria de Dios, Él se complace en darnos su nombre. ¡El Rey soberano de toda la tierra y el Creador de todas las cosas nos llama sus hijos e hijas! 


Cuando hacemos de Dios nuestra herencia, Él comparte su herencia con nosotros. Podemos pedir a nuestro Padre por las naciones como nuestra herencia. Podemos pedirle al Padre su salvación y transformación, para que su gran nombre sea santificado y honrado entre ellos. Cuando la gloria de Dios y la honra de su gran nombre se convierten en nuestro foco, su herencia entre las naciones se convierte en nuestra herencia.

¿En qué gloria se centra nuestra vida?

Señor Jesús, gracias por hacer posible la relación con el Padre. Gracias por compartir tu herencia conmigo. Gracias por un llamado a proclamar tu gran nombre entre las naciones.

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